Capitulo 1

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Mikayla.

14 de Febrero, 2022

Odio el mes de febrero. Lo odio en toda la extensión de la palabra, toda esa mierda de corazones y globos con un "te amo" me tienen asqueada. Para mi el amor murió y se enterró en lo más recóndito de un desierto y no tengo intenciones de desenterrarlo.

— Eres la Grinch del san Valentín — me molesta Lilah, mi compañera de piso. Los alquileres están por las nubes en esta ciudad y tuve que acudir a una romie, de lo contrario dormiría en la calle.... Como lo hice los primeros días en mi estadía en Los Ángeles. Por suerte Lilah se me apareció como un milagro y juntas hemos estado sobreviviendo, debo admitir que fue un alivio saber que no era una psicopata.

— Sabes porque lo detesto — la miro mal a través del espejo del tocador mientras me hago unos cuantos ondulados con la tenaza para el cabello.

— Si, si, si — resopla — el ex que te traumó y te robó dos años de tu vida. — dice con sarcasmo

— Ese idiota me convirtió en el grinch que soy ahora — vuelvo a lo mío y dejo que ella siga buscando la ropa adecuada para su "Cita doble" que para su desgracia será solo una cita normal y tendrá que decirle a un desconocido que su cita no llegará. — no me mires así — la reprendo cuando la capto mirándome con los brazos cruzados

— Le das mucha importancia a algo qué pasó hace cuatro años y a un idiota que según tú, no vale la pena — rueda los ojos

— Es porque no lo vale — digo sin más

— ¿Entonces porque sigues aferrada a crucificar el amor?

— Porque quiero y porque puedo — saco la lengua y desconecto la tenaza para poder acomodar mi cabello con las manos y que se vea un poco más natural. — Te aseguro que no soy la única mujer en el planeta que se rehúsa a una relación.

— Si pero esas mujeres no son mis amigas — se lleva las manos a la cintura — te adoro y no quiero que termines sola y con diez gatos. — espeta haciéndome reír por las ocurrencias que dice.

— Prefiero los perros — me levanto del banco y voy a nuestro closet compartido para buscar la falda de negra de cuero y ponérmela sin ningún tipo de pena. Llevamos cuatro años conviviendo y ambas hemos perdido la vergüenza de cambiarnos frente a la otra... o más bien creo que se trata de confianza y Lilah me inspira mucha.

— Sino irás conmigo, ¿entonces a dónde? — resopla

— He quedado con DJ — respondo mientras busco la blusa dorada con espalda descubierta que me encanta y quiero usar.

— ¿Iras al Midnigth de nuevo? — rueda los ojos

— Si, de nuevo — digo ignorando su tono de voz. Al año de llegar aquí conocí a Darren James, o como todos lo conocen DJ, es propietario de uno de los mejores clubs nocturnos de Hollywood, ambos conectamos al instante y nos hicimos buenos amigos; desde entonces voy cada que puedo al club para bailar y conseguir mis ligues de una noche. Como dije, no quiero relaciones serias, detesto el amor, pero siempre que lo deseo estoy bien acompañada. No soy fea, por el contrario, tengo buen cuerpo y cuido mucho mi apariencia, mi cabello negro y ojos del mismo color me hacen dominar bien mi energía oscura para conseguir hombres

— ¿No sientes remordimiento por usar a los hombres de esa manera? — pregunta haciéndome reír a carcajadas.

— ¿Acaso ellos la sienten cuando hacen lo mismo con nosotras?

— Bueno.... No lo sé

— La respuesta es no, Lilah — cuando encuentro la blusa que necesito me doy media vuelta y me deshago del sostén para ponérmela y fajarla bajo la falda. — Si los hombres buscan sexo de una noche en un club, les aplauden, pero si una mujer lo hace, ya es una cualquiera y debería sentir vergüenza por hacerlo. — camino hacia el zapatero y sacó mis botines negros de tacón para ponérmelos — A veces eres muy inocente e ingenua — me acerco a ella y tomo su rostro en mis manos — pero para eso estoy aquí — sonrío

Tentaciones Prohibidas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora