Mikayla.
Por la mañana del miércoles y después de un día de locos en la cafetería, me levanto tarde, hoy mi turno comienza hasta las dos de la tarde así que aproveché para dormir más y para organizar un poco el desastre que tenemos en el departamento, como es de costumbre ando en ropa interior y una playera enorme con el estampado de Metallica. Este es el único recuerdo que tengo de Overland; la enorme playera de mi hermano mayor que metí a mi maleta sin querer y desde entonces uso para dormir.
Después de dejar el lugar un poco más decente, me voy a la pequeña cocina que solo consiste en una estufa, un refrigerador, una barra que divide la cocina de la sala de estar y los armarios en la pared en los que guardamos la despensa y algunos trastos. A penas son las once y media así que aún tengo tiempo de prepararme algo para comer antes de bañarme y cambiarme para el trabajo, así que me pongo manos a la obra para preparar unas tortitas con plátano picado y un poco de nutella, acompañado con una caliente taza de café para hacer que las neuronas que aún siguen dormidas se despierten de una vez. Lilah se fue temprano a su trabajo así que estoy sola.
Una vez listo mi desayuno, me siento en uno de los bancos altos de la barra y me dispongo a comer, pero... el llamado de alguien a la puerta me hace soltar un gruñido de frustración. <<¿Que mierda quieren?>> resoplo y me obligo a ir hacia la puerta, quito los seguros y la abro de par en par.
— ¿Es enserio? — ruedo los ojos cuando el actor del momento aparece en el pasillo de mi piso. Va vestido con una camisa blanca que lleva remangada hasta los codos y pantalón de mezclilla. — ¿No tienes otra cosa mejor que hacer? — me cruzo de brazos
— Fui a buscarte al trabajo pero me dijeron que entrabas hasta las dos — dice con tono casual. — ¿No vas a dejarme entrar? — pregunta
— No — suelto sin más — ¿Que quieres? — resoplo — Ya te he dicho que hasta mañana voy al Club y trataré de averiguar el nombre de Moon — me exaspero
— La paciencia no es mi fuerte — Se encoge de hombros
— Que mal por ti — trato de cerrar la puerta pero me lo impide provocando que mi buen humor se vaya al diablo. — ¡Dios, que molesto! — escupo llena de frustración pero el muy idiota solo se echa a reír y pasa a interior de mi departamento sin importarle nada.
— Lindo — dice mientras mira a su alrededor antes de volver a centrarse en mí y mírame de arriba a abajo.
— No creas que me pondré algo decente solo porque tú estás aquí — espeto y cierro la puerta de golpe para ir de nuevo a sentarme al banco para comenzar a desayunar.
— No me importa verte así — se burla
— ¿No tienes amigos con quien pasar el rato o que? — ataco
— Scott está fuera — camina hacia el otro lado de la barra para quedar frente a mi — es el único al que podría considerar amigo.
— ¿Que hay de Kira? — digo sin mirarlo — ¿Que dirán los medios si te llegan a ver salir de este lugar? Seguro que a ella no le gustará saber que merodeas a una mesera por la información de otra con la que te has obsesionado.
— Y volvemos a lo de tu celos — me molesta
— Quisieras — bufo haciéndolo reír
— ¿A que viene tu mal humor? — pregunta mientras se recarga sobre la barra — ¿Tan idiota soy?
— ¿Realmente quieres que te responda? — lo miro con aburrimiento
— No en realidad — responde <<Eso imaginé>>. Vuelvo a mi desayuno y una vez que lo termino todo, dejo los trastos en el fregadero.
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Tentaciones Prohibidas
Roman d'amour¿Que pasaría si el actor más sexy y famoso de Hollywood se fijara en ti? Según Mikayla, nada bueno. Dean Montgomery es todo lo que cualquier chica quiere; sexy, famoso, millonario, ¿soltero?... Mikayla Sloan; Mesera de una cafetería durante el día...