Capitulo 8

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Dean.

No me cabe en la maldita cabeza la moralidad de Mikayla, no entiendo, trato pero no puedo hacerlo, aunque podría jurar que el problema no es Kiara, porque sabe que no existe nada más que apariencias, el problema es su trauma generado por un imbecil que traicionó su confianza. <<Si lo tuviera enfrente lo molería a golpes por haber hecho lo que hizo>>. 

Me quedo sentado en el sofá con la respiración aún afectada por el ataque de rabia que me causó su desplante, mientras que la mujer de servicio recoge los cristales rotos de la mesita de centro. No pude contenerme y solo la tomé y la lancé a la primera superficie que vi.  Me llevo las manos a la cabeza lleno de frustración y enojo, <<La primer chica en años que de verdad me interesa y no es mutuo>>. Tal vez mi maldito destino siempre será estar solo en esta ciudad.

Después de una hora, la mujer casi termina de dejar todo en orden y Justo cuando empiezo a sentir que las emociones negativas se esfuman... alguien llama a la puerta haciendo que me ponga de pie casi de un salto para abrirla con la esperanza de que se trate de Mikayla, pero.... Al abrirla me encuentro con Kiara echa un mar de lágrimas.

— ¿Quien es ella? — brama sin dejar de llorar — ¡Dime! — demanda obligándome a tomarla del brazo para meterla al interior de la casa — ¡Suéltame maldito!

— ¿De que mierda hablas? — espeto

— De ella — alza su teléfono en donde una nota con el encabezado en letras grandes que dice "¿Infiel?" Aparece ante mis ojos Justo encima de varias fotografías de Mikayla saliendo de mi casa hace un rato.

— Que rápidos son para publicar sus estupidas mierdas — espeto y la suelto.

— ¿Me estas engañando? — me mira herida — ¿Ella y tú....

— No te he engañado — la corto — porque tú y yo no somos una pareja real — le recuerdo — y ella no es nadie, nunca fue nadie y nunca será nadie — espeto con rabia antes de soltarla.

— ¿Quien es? — cuestiona — ¿Porque estaba en tu casa? ¿Que quería?

— No tengo ganas ni tiempo para esto — resoplo intentando alejarme de ella pero me detiene

— Lo prometiste — brama — me prometiste que lo intentarías... que intentarías quererme.

— Kiara, no quiero hablar de esto — me suelto — no estoy de humor. — espeto provocando que se eche a reír amargamente

— ¡Tu nunca estás de humor para nada! — se molesta — ¡Siempre actúas como si todo el mundo te importara una mierda! ¡Estoy harta de esto, harta de ti y de esta farsa! — me empuja echa un mar de lágrimas — ¡Vete a la mierda Dean!

— ¿Estas terminando conmigo? — pregunto sin poder creerme lo que estoy escuchando... <<¿Ella realmente está terminando esta farsa?, ¿por fin soy libre?>>.

— Si, y no quiero volver a verte — espeta — arregla tu solo la mierda que esa nota provocará en tu carrera — se va hacia la puerta — Porque si yo no te importo, tu a mi tampoco y no haré nada para ayudarte. — sentencia antes de marcharse y cerrar la puerta de golpe. Se que debería estar preocupado por el desastre que se me vendrá encima pero no es así, esbozo una sonrisa y en lo único que puedo pensar es en el hecho de que soy libre... soy libre y Mikayla debe saberlo.
Sin dudarlo voy hacia la cochera y tomo las llaves del Audi para salir de mi casa y conducir lo más rápido que puedo hacia su edificio, después de unos cuarenta minutos que a mi parecer se sintieron como horas y horas de camino, al fin me detengo frente al lugar. Me bajo sin vacilar y subo al piso en donde se encuentra su departamento... <<402>> toco tres veces y no obtengo respuesta, así que vuelvo a tocar y esta vez la puerta se abre, pero no es Mikayla la que se encuentra en el interino, es otra chica de cabello castaño y ojos grandes.

Tentaciones Prohibidas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora