Capitulo 17

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Dean.

Por la mañana, siento como los rayos del sol atraviesan las ventanas, pero ni siquiera me muevo por miedo a que lo que paso anoche haya sido un sueño y que el cuerpo que siento abrazándome sea el de Samy y no el de la mujer testaruda que vino hacia mi cuando supo que la necesitaba. Miro el reloj en la cajonera junto a la cama y gruño para mis adentros cuando veo que son las ocho de la mañana. Debo levantarme si quiero acompañar a mi madre al hospital, así que me muevo y retiro la mano y la pierna que Mikayla ha echado encima de mí durante la noche haciéndome sonreír por lo pacífica que se ve dormida.

Los cavernícolas no se levantaran hasta dentro de unas dos horas más, así que no hay necesidad de despertarla hasta que ellos lo hagan y estoy seguro de que se dará cuenta cuando eso suceda. Al salir por completo de la cama, me cambio de ropa, me pongo un pantalón de mezclilla, una playera gris y una camisa de cuadros roja con negro encima sin abrochar, me pongo unas botas y antes de irme, me inclino sobre Mikayla y le doy un beso en la cabeza.

—  Ten un buen día, cascarrabias — le digo en voz baja para no despertarla.

Al salir de la habitación me encuentro con mi madre frente a la puerta con la mano en alto a punto de tocar.

—  Creí que te habías quedado dormido — sonríe burlona mirando hacia la cama en la que deje a Mikayla.

—  No podía dormir — me justifico de inmediato

—  Ya veo — se ríe en voz baja y camina hacia las escaleras para que la siga.

—  Ella es linda — dice mientras la sigo hacia la primera planta en donde se desvía hasta la cocina para después regresar con su bolso — Entiendo porque la trajiste, solo me hizo falta pasar dos horas con ella para darme cuenta de que tiene un gran corazón — Confiesa.

—  Lo tiene — aseguro — Me aferre a ella porque ha sido lo único que me hace sentirme en casa — admito — Cuando estoy con ella, no soy el actor famoso de Hollywood, solo soy yo... el mismo que era cuando vivía aquí.

—  ¿No te ha sido nada fácil o sí? — pregunta con una sonrisa — con ella — agrega y sacudo la cabeza — Aun recuerdo que le hice pasar un año muy largo a tu padre antes de aceptar salir con el — se ríe — pero no se dio por vencido conmigo y siguió aferrándose a mí, incluso después de casarnos y tener hijos... el jamás dejó de esforzarse, ni de dejo de dar lo mejor de sí mismo. — me mira — él decía que los amores iban y venían, tu alma gemela, el amor de tu vida...pero quien realmente se quedaba era el amor para tu vida — dice haciendo énfasis en el "tu". — y el amor para su vida fui yo.

—  ¿El amor de mi vida y el amor para mi vida no es lo mismo? — pregunto confundido.

—  No para tu padre — se ríe y camina hacia la puerta — la filosofía que el tenia, no la tenía nadie.

—  ¿Lo extrañas? — pregunto cuando abre la puerta lista para salir hacia el auto que nos espera.

—  Todos los días de mi vida.

Mis padres se amaban como nunca vi a nadie amarse jamás y fue evidente que algo dentro de mi madre se rompió cuando el murió, pero nunca se dejó caer porque tenía cuatro razones muy fuertes por las cuales mantenerse de pie.

Durante el camino al hospital, conversamos un poco más a detalle de como conocí a Mikayla, de mi vida en Los Ángeles, de Scott. Me hace observaciones, me da consejos y como siempre me alienta a triunfar en la nueva película. Nunca he querido que mi familia sea el centro de atención de los chismes de las revistas y artículos de internet, por eso jamás los he llevado conmigo a las alfombras rojas... aunque en el fondo me mura por tenerlos ahí para apoyarme. Se de mala manera que los paparazzis destruyen todo lo que tocan y no quiero que ellos sean parte de esos idiotas, en especial mi madre...

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⏰ Última actualización: Jul 16 ⏰

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