Tentaciones Prohibidas

Capitulo 6

Mikayla.

Antes de llegar a casa le pedí de favor al taxista que se detuviera en la primera farmacia veinticuatro horas para comprar la pastilla de emergencia. Lo último que necesito son más problemas con los cuales cargar.
El hombre fue muy amable e incluso me pregunto si todo estaba bien, que si alguien me había hecho daño podría llevarme a la estación de policía más cercana, pero le aseguré que estaba bien, y que solo había sufrido una crisis existencial.
Al llegar a casa subí hasta el piso sin decir ni pensar nada, fue casi como si un maniquí estuviera dentro en mi lugar.

Lilah ya estaba dormida, así que no quise despertarla, y sabía perfectamente que en cualquier punto de la noche me pondría a llorar como estupida, así que opté por el sillón de la sala de estar. Me puse la playera de Carl, y me recosté en un ovillo después de tomar la pastilla de emergencia.
<<No me puedo creer que haya sido capaz de hacer eso>> las reprensiones de mi parte siguen y la culpa me corroe cada vez más. Me siento sucia por haber tenido sexo en un club con el novio de alguien más....
Los recuerdos de aquel día hace cuatro años en Overland se me vienen a la mente, me prometí que ningún hombre joderia mi vida de nuevo y véanme aquí.... Llorando echa polvo en el sillón de mi departamento sintiendo pena de mi misma por ser la "otra".

Cuando veo que el reloj marca casi las cinco de la mañana, me obligo a cerrar los ojos para dormir un poco y por suerte logro hacerlo.
Al salir el sol, mi alarma suena exactamente a las siete y media, <<Odio mi vida>> resoplo y me pongo de pie para darme una ducha rápida y apresurarme a la cafetería, estoy echa polvo pero aún así tengo que hacer frente a mis responsabilidades.

Por suerte Lilah se ha marchado temprano de casa, así que tengo total libertad para sentirme fatal mientras me preparo para salir. Ni siquiera me molesto en desayunar nada, no tengo ánimos para comer y siento que si pruebo bocado de algo, lo voy a vomitar.  Tomo mi mochila con mis cosas y salgo del departamento ya con el uniforme del trabajo en línea, subo al elevador sin muchos ánimos y espero a que baje al primer piso para salir en busca de un taxi para que me lleve hacia la cafetería; gracias a dios no tuve que caminar muchas cuadras ya que al instante en que salgo me encuentro con uno.

— Muchas gracias — le digo al taxista cuando se detiene frente a mi destino y le pago el viaje

— Que tenga excelente día — dice y abro la puerta para salir pero... — Sea lo que sea que la atormente... tiene solución — dice

— Gracias por el consejo — esbozo una sonrisa cansada y me doy media vuelta para ir dentro del lugar. — Buenos días Lisa — este turno me toca con ella, por suerte ya que cuando estoy con ella siempre siento que el trabajo es menos. Lisa es muy movida y siempre está adelantando todo.

— Luces como si te acabara de arrollar un camión — me mira de arriba a abajo — ¿Está todo bien?

— Si, todo bien — miento y me dirijo hacia la bodega para dejar mis cosas y poder ponerme el mandil del trabajo. El inicio de la mañana marcha bien, hasta el momento no he tenido ningún contratiempo y por el exceso de clientes, la mañana se me está pasando demasiado rápido, hasta que.... Dean entra por la puerta principal del local y al instante nuestras miradas se cruzan, Kiara  va tras él y toman asiento en la misma mesa de siempre, ella le habla de quien sabe qué cosa pero el la ignora para continuar observándome. 

— ¿Que haces ahí? — pregunta Lisa dándome un golpe en la pierna son su pie — Ve a atenderlos. — Ordena

— ¿Te importaría atenderlos tu? — me llevo la mano a la cabeza — me siento un poco mal, necesito cinco minutos para tomar un poco de aire...

— Vale — suspira — solo porque me haz cundido el turno el otro día.

— Gracias — digo y salgo por la puerta de servicio que lleva al baño de los empleados y a las bodegas. Tomo una respiración profunda y me obligo a contener la abrumadora sensación de asco que me invade.  Vuelvo a tomar otra respiración profunda y trato de salir por la puerta que da a la parte trasera de la cafetería en donde están los contenedores de basura, pero... Justo cuando estoy por abrir la puerta, escucho como la misma por la que entre se abre y se cierra. — Lisa enseguida vo.... — mis palabras se quedan en mi boca cuando me giro y veo a Dean frente a mi. — No deberías estar aquí.