Capítulo 3.

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Su instinto lo estaba matando, estaba inquieto, gruñendo por lo bajo desde que vio como su vampiro desaparecía por esas puertas con uno de sus antiguos amantes. Quería morder algo, o preferiblemente a alguien, por eso todos los demás chupasangre lo evitaban y estaba bien lejos de él. Pues mejor así, no estaba de ánimos para soportar su charla de riquezas, y coqueteo desenfrenado para llevarlo a algún lugar a follar.

Sabía cómo se veía, orbes tormentosos y furiosos, ceño fruncido dándole ese aspecto duro y despiadado, labios fruncidos y su nariz se ensanchaba como si fuera un maldito búfalo. Era el único lobo en la habitación, los demás eran vampiros viejos y sus juguetes. No había ningún vampiro nuevo a la vista, no eran comunes, su transformación era larga y cansada para todos los involucrados, por eso rara vez habían novatos, aunque había rumores pero eso no era importante ahora.

Lo importante era la silenciosa conversación que estaba teniendo su-maldito-vampiro con el otro imbécil que había llegado con su pequeña comitiva, que estaban al otro lado de la puerta, mirándole como si fuera la misma peste, y el problema de algo, no sabía de qué pero no estaba aquí para soportar a estos idiotas. Podía con tres vampiros, no por nada era el alfa que estaba de guardaespaldas para el gran príncipe de los vampiros.

Sus orejas se movieron en alerta cuando escucharon una conmoción en la entrada del hogar de su vampiro, no estaban cerca pero tampoco tan lejos y menos con todos los presentes teniendo oídos extrasensoriales que podían escuchar todo. Y maldita sea, estaban los guardias mencionando mucho el nombre de su vampiro y luego se desató el caos.

Las ventanas explotaron, enviando una ráfaga de viento que llevó a todos al piso, aturdiendo a todos, vampiros porque era vampiros entraron con agilidad desde las ventanas, mientras guardias del príncipe aparecían desde el otro lado.

Jungkook sacudió su cabeza para despejar ese sonido tintineante molesto que perturbaba su concentración, podía sentir algunos cortes en sus manos mientras se levantaba del piso, cuando estaba casi de pie, fue derribado por dos vampiros igual de grandes que él.

━━ ¡Qué nadie llegue al príncipe! ¡Proteged esa puerta!

Gritó, su voz siendo ronca y gruñona, ya sintiendo a su lobo querer salir pero no podía, sabía que no podía. Así que, estando en su forma humana, usó su fuerza sobrenatural para quitarse a un vampiro, lanzándole hacia la pared mientras al otro lo agarraba por la garganta y se la cortaba, profundamente, dejando que la sangre saliera a chorros de él, pronto estaría muerto.

Su cambio estaba en la superficie, sus ojos habían cambiado parcialmente a un furioso rojo alfa, con esa furia se zambulló hacia la puerta del cuarto donde estaba su vampiro pero de nuevo fue abordado por más vampiros. Era una enorme pelea, podía escuchar espadas siendo envainadas, cuchillos y dagas siendo enviados a por el enemigo, era un mar de negro de los vampiros rebeldes y rojo de la guardia del príncipe.

━━ ¡Sujeta al lobo!

Alguien gritó en la lejanía, unos cincos vampiros estaban sobre él, arañando y cortando y eso lo hizo enfurecer. Quería a su vampiro, no podía dejarlos, así que, se transformó en su tercera forma. Eso hizo que los pocos invitados que habían, gritaran espantadas, queriendo salir de ahí.

Todos sabían que un hombre lobo tenía tres cambios, el humano, el lobo, y el tercero, la combinación de hombre y lobo, en este sobrepasaba los dos metros y medio, su cabeza era de lobo y sus brazos se difuminaba con pelo y garras, bajando por un fuerte torso hasta piernas humanas. Era letal.

━━ ¡Abrid la puerta!

Rugió, quitándose todos esos vampiros de golpe, en esa forma casi no tenía nada de conocimiento, para él, todo era negro, no había gris ni blancos, solo negro. Mordió y apuñaló, una fina daga fue encajada en su hombro pero apenas se inmutó, su mente estaba borracha con destruir y proteger.

Por eso muchos vampiros habían odiado la idea de que su príncipe vampiro estuviera protegido por algo tan vulgar como un lobo, ni siquiera era uno de buen pedigrí, era un cualquiera. Se habían sentido insultados porque su príncipe prefirió un lobo que a su gente para proteger. Aquellos que comían vampiros, y los destrozaban, su mayor enemigo, y aún así, se callaban sobre sus verdaderas ideas, porque el príncipe Kim Taehyung no podía ser insultado.

Otro vampiro se subió a su espalda al momento que llegó a la puerta, en el caminó había destrozado y cortado a muchos vampiros tratando de hacerle caer, pero el lobo sabía que detrás de esa puerta estaba a quién tenía que proteger, además, el olor que de ahí venía era exquisito, era suyo y suyo. Mío, gritaba su mente.

El tiempo pasó mientras se abría pasó, más enojado estaba, furioso porque no podía llegar a su premio, era un borrón que no se dio cuenta que ya la pelea había terminado, había destrozado a tantos que el resto había huido, solo quedaba la gente del príncipe, al menos los que quedaban vivos pero él todavía quería matar a más, quería destrozarlos, quería morderlo, quería. . .

━━ Lobo. . . ━━ Dijo alguien, su voz aterciopelada, casi en un ronroneo se escuchó a un lado, lejos de él. No le gustó.

━━ Mi príncipe, déjame llevarte lejos, míralo, está todo desquiciado, por favor. ¡Es una bestia! ¡No piensa, ni razona en este momento! Debemos cuidarte y-. . .

━━ Conde Kenneth, solo cállate, él me está buscando. . .

━━ ¡Mira sus ojos, está ido, completamente ido!

Un bajo gruñido retumbó desde el pecho del lobo, caminando hacia la fuente de ese olor divino, estaba más cerca, sus orbes miraban a toda la habitación hasta que dio con esa fuente tan deliciosa, suyo, suyo, suyo. Rugió cuando vio como otro ser tocaba a su fuente, fue hacia él pero aquel vampiro de rico olor se metió entre el medio, con su mano ofrecida.

━━ No, cariño, el molesto Conde no va a morir.

━━ ¡Señor, por favor. . .!

━━ ¡Tenemos que sacarte de aquí ahora! ¡Se están reagrupando!

El lobo acercó su hocico hacia la pequeña cosita, oliendo su mano, aquel perfume delicioso entrando a sus fosas nasales, haciendo su cuerpo vibrar de placer, retrajo sus garras para poder alzar a aquel ser y acunarlo contra su pecho, su mente podía estar perdida pero su instinto no, y ahora, su instinto le decía que este vampiro era suyo y tenía que protegerlo.

El lobo acercó su hocico hacia la pequeña cosita, oliendo su mano, aquel perfume delicioso entrando a sus fosas nasales, haciendo su cuerpo vibrar de placer, retrajo sus garras para poder alzar a aquel ser y acunarlo contra su pecho, su mente podí...

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De Rodillas Por Tu Sangre | Kookv.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora