Capítulo 32.

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Pasaron tantas cosas en tan poco tiempo, que Taehyung no tenía ganas de pensar sobre eso. No cuando la traición de Sascha todavía le dolía. Ese vampiro había estado con él por siglos, ver su mirada de odio le dolía, le carcomía por dentro. Como un fuego lento.

Su cabeza le dolía, ese sonido había hecho vibrar sus tímpanos tan fuertes que solo pudo enrollarse y suplicar para que ese dolor parara. Y se detuvo, pero a un precio enorme.

Se acurrucó en los brazos de su lobo, apretando su rostro en el cuello ajeno, aspirando grandes bocanadas de aire para ver si se podía morir oliendo felizmente el olor de su lobito. Como si estuvieran en otro lado, y no aquí.

No debió de ignorar las palabras de ese gemelo. Le había dicho que alguien en sus filas lo estaba traicionando, pero cómo creerle a un lobo Min. Y más a ese gemelo, todo el mundo sabía la fama de esos gemelos, y de Soyeon. Querían el trono, y lo iban a obtener así sea por las malas.

No quedaban muchos Min, al menos no los legítimos para el trono. Podían llamarse hermanos o primos, pero nadie lo sabía con seguridad. Nadie sabía cómo se manejaban, pero eso era lo de menos.

Estaba de brazos cruzados, siendo cargada por su lobito que parecía más lobo que humano. Estaba enojado, podía sentirlo en la tensión de sus hombros, y como lo apretaba hacía su musculoso pecho. Jungkook era tan devoto a él, no podía creer su suerte.

Pero al final, ¿esto era lo que querían, no? Conoces al jefe final. Solo que no contaban con esa traición. Sabía que Jungkook podía con esos patéticos vampiros pero sabía que no estaba a su 100% y no lo iba a poner más en peligro.

Al llegar a la fiesta principal, se consiguieron con una escena parecida a la anterior. Muchos vampiros estaban en el piso, tratando de pasar el dolor de sus cabezas, ese pitido los dejaba indefensos porque tocaba todos los nervios que hacían volar la cabeza vampírica. Sin embargo, hubo uno que destacaba del resto, y el cual, no estaba para nada afectado.

No estaba sorprendido de que Kenneth estuviera imperturbable.

— Se tardaron demasiado, tenemos que salir de aquí ahora mismo. — Gruñó Kenneth, sacándose unos tapones de los oídos. Así fue como pasó, entonces, algunos ya venían preparados. La mirada de disgusto a Jungkook no se le perdió. — ¿Qué pasó con este maldito lobo? ¡Por qué no lo mataron!

— Joder, cállate, te dije que este es especial, no sé qué es, pero es especial.

— Maldita sea, ya te llegará tu hora, asqueroso perro. — El siseo de disgusto no le pasó desapercibido. ¿Todo este tiempo, Kenneth era de esos rebeldes? ¿En qué momento se perdió eso?

Pero, de nuevo, en los últimos siglos, él había estado más muerto que vivo. Irónicamente. Los vampiros estaban más muertos, pero todavía tenían cosas que los hacían vivos, estaban en términos medios, y él estaba en el lado del más allá. Desganado, deprimido, aburrido. Obviamente, muchas cosas se le pasaron por alto. Como el cambio de Sascha, y el odio de Kenneth por los lobos.

— Deja de quejarte y camina, no tenemos nada de tiempo antes de que esos lobos...

Las palabras de Sascha quedaron a la deriva cuando vio más allá de Kenneth, tres lobos grandes, demasiado grandes, estaban parándose a cuatro patas. Dos de ellos sacudían su cabeza mientras uno los estaba mirando fijamente, mostrando sus filosos dientes. Estaban juntos, se notaba que habían cambiado para que se les pasara más rápido el efecto del pito. No muy lejos de ellos, había otros lobos que habían empezado su cambio, algunos más lentos, otros más rápidos.

Taehyung no sabía qué pensar. Reconoció que los tres lobos no muy lejos de ellos, eran los gemelos y Soyeon. Ésta alfa era la que claramente los estaba mirando fijamente. La inteligencia brillaba en sus ojos rojos. Se notaba que eran Min, el negro predominaba en casi todos ellos, un pelaje como la noche. Mientras que los ojos variaba, aunque la mayoría los tenía rojos.

De Rodillas Por Tu Sangre | Kookv.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora