De Rodillas Por Tu Sangre | Kookv.

Capítulo 36.

Los gritos aterrorizados de muchos vampiros y lobos se perpetraron en la noche, sabiendo muy bien lo que les esperaba. Sin embargo, la mayoría fueron controlados cuando las fuerzas de la Agencia interrumpieron en la sala. Volviéndose un caos. Los rebeldes de parte de Gregov Pavlov no tuvieron oportunidad, pero no cayeron sin pelear. Algunos fueron inteligentes y salieron de ahí, entendiendo que si esto estaba pasando era que el príncipe de los vampiros no estaba ahí de buena manera. Obvio.

Vampiros caían desde el techo, movimientos veloces, tomando a todos los que podían cautivos y si luchaban, la otra opción era la muerte.

En el reino de Kim Taehyung, los enemigos no eran perdonados.

En su reino, la traición se pagaba con la vida.

No era como Mbakú, jamás sería de esa manera con inocentes y rebeldes cayendo por igual. Aquí, los traicioneros no se perdonaban. Y aquí había muchos de ellos, pero para Jeon Jungkook solo existían uno.

La escena que tenía enfrente hizo calentar su sangre de rabia. Un bajo gruñido brotó de lo profundo de su ser, enojo, molestia, rabia. Y solo ese sonido pudo doblegar a muchos lobos a su alrededor.

Era un lobo majestuoso y aterrador, más ahora con esa penetrante mirada de ojos dorados. Su cresta estaba completamente fruncida, mostrando sus dientes grandes y afilados en señal amenazante, de advertencia, de peligro, de estás tocando lo que es mío. A su alrededor se escuchaban gritos, algunos vampiros peleaban contra otros vampiros, y los lobos Min y de Hoseok no perdieron tiempo en asesinar a los lobos Pavlov, pero eso no le importaba a Jungkook.

— Ya entiendo lo que me dijiste, Sascha. Sí, es un lobo... único. — Gregov apretó sus dientes, no había seguridad en sus palabras pero por fuera, sí lo parecía.

— Te dije, señor, trate de matarlo pero el cabrón es poderoso.

— Sujétalo. —le lanzó a Taehyung y Sascha con gusto casi morboso, lo agarró cruelmente, arrancándole varios cabellos mientras lo acomodaba, tirándolo al piso a los golpes.

Jungkook gruñó fuertemente, dando un paso al frente con su gran pata, el desafío era claro.

La mayoría de manadas tenían líderes naturales, primogénitos. Sin embargo, existían casos especiales. Usualmente cuando un nuevo alfa tomaba posesión de la manada, tenía contendientes, y tenía que pelear para confirmar su lugar como líder total de la manada. La pelea tenía que ser en sus formas de lobo de cuatro patas, no podía cambiar a su otra forma porque si lo hacían, era considera una rendición. El otro caso era la muerte.

Y aquí Jungkook hizo un desafío con ese gruñido.

Tal vez no era su intención, pero Gregov lo tomó como tal.

Muy narcisista de su parte porque no se daba cuenta que estaba perdiendo, pero Sascha sí, y el padre de Taehyung también.

— Terminemos con esto para tomar al príncipe de una buena vez. — Ni siquiera se desvistió, corrió hacía Jungkook cambiando en el camino.

Y cuando cayó en cuatro patas. Fue una vista lamentable. Era un alfa de altísimo pedigrí, sí, pero al lado de Jungkook, parecía un cachorro al lado de un elefante. Una basurita. Una hormiga.

Pero era bueno peleando.

Gregov empezó a correr alrededor de Jungkook, para que este le perdiera la vista, y lo hizo, porque como buen alfa, Jungkook seguía solo mirando a Taehyung y Pavlov contaba con eso. El príncipe estaba en mal estado, necesitaba sangre pronto o algo más para una curación pero ahora, estaba con demasiado dolor, y eso Jungkook podía sentirlo y le dolía. Era perfecto, estaba entretenido y Pavlov podía atacar.