Capítulo 4

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Lazy Winston

Después de aquel día en que hicimos saber nuestro noviazgo, nada volvió a ser igual.

Entré a la secundaria junto a Diego tomándome de la mano. Lety estaba a un lado mío y los dos mejores amigos de Diego a un lado de él. En el camino, Tracy, Hanna y Jessica se nos unieron.

Diego ha sido hasta ahora muy buen novio, de hecho la hemos pasado genial. Pero siendo sincera, mi mente por ahora está muy ocupada pensando en el idiota de Tray, sigo salvándole la espalda y velando por su bien, y el sigue odiandome.

Suspiré- Debo de ir al salón estudiantil, nos vemos luego.

-Claro, nos vemos en la cafetería -Diego me dejó un casto beso en los labios, haciéndome sonreír.

-¡Que tortolitos! -vaciló mi mejor amiga.

-¡Son tan lindos! -gritaron las chicas.

-Ustedes son lindas -dijeron los chicos.

Reí- Los veo luego a todos.

Le di una sonrisa y empecé a caminar por el lado contrario a ellos. Mientras caminaba, unos cuantos estudiantes me saludaban, algo que se hizo más común desde que Diego y yo revelamos nuestro noviazgo.

La vestimenta más oscura me llamó la atención. Me detuve al verlo venir, con la mirada en otro lado.

Sonreí- ¡Tray!

El me miró, pero no me hizo caso, solo siguió su rumbo a no sé donde.

¿Pero qué le sucede?

Corrí hasta llegar a él y bloquearle el camino— ¿Estas molesto conmigo?

—La verdad siempre he estado molesto con todo el mundo así que... —Trató de pasar, pero se lo impedí. Gruñó— Quítate, Lazy.

Negué— Esos cambios de humor son increíblemente molestos. Estoy segura de que algo te pasa.

—Pues si me pasa algo o no, no creas que te lo diría. Ahora quítate, no lo volveré a repetir.

Me hice la dura, aunque su severa mirada me obligaba a apartarme, y pues lo hice.

—Gracias.

Pasó por mi lado, pero que no crea que esto se quedó así. Lo seguí hasta llegar a él.

—¿Y ahora que quieres? Deberías dejar de perder tiempo conmigo e ir con tu nuevo novio o tus amigos ¿No crees?

—No, de hecho iba a la reunión estudiantil.

—Eso es importante para ti ¿No?

Sonreí— Es aburrida.

—Y yo te lo dije.

—Tray, debemos hablar —salté el tema—. Y no acepto un No por respuesta, ni siquiera quiero que vengas con tus cosas de que no me importas.

Resopló— ¿Y no es cierto? Apenas y me conoces Winston, no me mientas.

Gruñí— ¿Qué debo de hacer para que me creas?

El Choque Arco-iris (Recién Empezando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora