Capítulo 3

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Lazy Winston

Llegué a casa exhausta, por fin había salido de ese aburrimiento. Mamá me recibió con una sonrisa.

—¿Y como te fue?

Quisiera decirle que ahora soy la nueva presidenta estudiantil, y quisiera ver su cara de felicidad, pero para mí desgracia, eso ya no es posible.

—Pues he sobrevivido al primer día de clases, eso es bueno ¿No?

Borró su sonrisa— ¿Pasó algo hoy? Puedes hablarme.

Uff ¿Qué no ha pasado?

—Pues...

No le diría lo del puesto de presidente, claro que no, ni siquiera le contaré acerca de mi puesto de mano derecha 

—Pues Diego no fue hoy.

—Pues seguro mañana irá cariño, los primeros días no son muy presenciados.

Sonreí— Seguro.

Me dio una cálida sonrisa— Tengo que ir al restaurante, sabes que nadie come si la chef no está.

—Claro, pero prométeme que me traerás un poco de sopa de pollo.

—Porsupuesto —me dio un abrazo y luego tomó su cartera tendida en el perchero—. Ya sabes, si alguien cuya voz no conozcas te llama, no le habras.

—Claro.

Salió por la puerta dejándola cerrada. Suspiré y fui hacia mí habitación para cambiarme y ponerme cómoda, no quiero sentir esta ropa de porrista pegada a mi piel.

...

Bajé a la sala más cómoda, fui a sentarme en el sofá para ver una película pero...

Ding dong

El timbre había sonado, pero hasta que no escuche la voz, no abriré. Me acerqué a la puerta y pregunté quién rayos era.

—Soy Diego, quisiera hablar contigo.

Sin duda alguna, abrí la puerta de una y sonreí al ver al lindo rubio frente a mí, su cabello ruloso, sus lindos ojos cafés y su lindos labios rellenos.

Él me encanta, me derrito de tan solo ver su radiante rostro.

—Hola Diego... —dije como una retrasada.

Sonrió— Me alegra verte Lazy ¿Puedo pasar?

Asentí y le abrí paso para que entrara, cerré la puerta y nos fuimos hacia la sala para platicar más cómodos.

—No sé por dónde empezar, se suponía que hoy iría a la secundaria a decírtelo pero tuve problemas familiares.

Negué con la cabeza— No te preocupes, no importa.

Relamió sus labios y suspiró— Lazy, lo que te quiero decir o más bien preguntar es...

Estaba segura de que mis ojos brillaban intensamente por la emoción corriendo por todo mi cuerpo.

El Choque Arco-iris (Recién Empezando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora