El Choque Arco-iris (Recién Empezando)

Capítulo 5

Lazy Winston

—Muévete, Lazy.

—¡Ya voy!

No sé por qué, pero ahora se me dificultaba pasar la rejilla de la preparatoria, ahora la veía más alta y fina.

Tenía miedo de bajarme.

Al contrario de Tray, este ya estaba del otro lado.

—Hace una hora la habías pasado sin problemas, date prisa.

Inhalé y exhalé tratando de guardar la calma— Allí voy —dije.

Intenté pasarme lo más rápido pero en el intento rasgué mi brazo con el alambre.

—¡Auch!

Gracias al inesperado dolor perdí la fuerza en mis manos y caí, pero nunca sentí el fuerte impacto con el piso, había caído en sus brazos.

Lo miré como si fuera la grandeza en persona, o más bien como un héroe que ha salvado mi caída.

Sonreí— Gracias por salvarme de la caída.

Por unos segundos se quedó mirándome, haciéndome sentir solo un poquito incómoda.

Pero de repente despertó, carraspeó y me soltó.

Bien, no me salvé de la caída del todo.

Me levanté adolorida, mi trasero me dolía. Lo miré mal pero no me dio tiempo para quejarme, ya que mi brazo ardía.

Miré mi brazo y tenía un fino rasgon, de él brotaba un poco de sangre.

—Mierda —soltó. Tomó mi brazo y lo examinó, por lo visto sabía que hacer—. Ven conmigo, puedo ayudarte con eso —Tomó mi mano y me encaminó.

—¿A donde iremos?

—A la enfermería.

—Tray, la enfermera aún no regresa.

—No necesitamos a nadie, puedo hacerlo yo mismo.

Mientras caminábamos por el pasillo, nos encontramos al conserje.

—Señor, necesitamos las llaves de la enfermería —le dijo Tray—, ella se ha lastimado.

El conserje vio mi herida y puso una cara de desagrado para luego buscar entre varias llaves. Al encontrar la de la enfermería, nos la entregó.

—Gracias —dije y este asintió para luego seguir.

Después de caminar un poco más, llegamos a la enfermería. Mordí mi labio ya que el dolor era molesto. Por fin Tray abrió y entramos.

El fue a buscar unas cosas en el estante— Siéntate en la camilla —dijo.

—No creo que haga fal—

—Ahora —ordenó sin dejar de buscar.

—¡Bien! —me rendí. Fui a la camilla y me senté sobre ella, solo me quedaba esperarlo.