El Choque Arco-iris (Recién Empezando)

Capítulo 21

Tray Olson

Su cuerpo tumbado al lado del mío me hizo sonreír, lucía tan hermosa cuando no abría el pico y decía ciertas ridiculeces.

Sonreí y acaricié su cabello, su rubio cabello— Lazy...

Su cuerpo se removió un poco hasta quedarse quieto. Ella abrió sus oscuros ojos y al verme, sonrió— ¿Qué hora es?

—Son la cinco ¿No irás a la preparatoria?

Negó y se acercó— Quiero quedarme contigo.

Y vaya que se lo agradezco, este día será muy difícil para mí y necesitaré a alguien a mi lado, a ella mejor dicho.

Sonreí— ¿Y tus clases?

Se encogió de hombros y se sentó— No me importan, tengo tiempo para resolver, tranquilo.

—Gracias.

—No hay de que

—No, en serio, no tienes idea de lo que significa eso, hoy será un día difícil para mí.

Sus manos sostuvieron mis mejillas y me sonrió aún más— Te dije que en tus momentos difíciles estaré contigo, es una promesa.

Alargué poco a poco mi sonrisa, hasta que me acerqué a ella para marcar sus labios con los míos, y llenar sus labios de mis besos, el beso fue tan afectuoso, porqué más que un beso, era una muestra de cariño la cuál me encantaba darle.

(...)

Su mano apretaba la mía, y yo no podía soltarla, necesitaba saber que tenía su apoyo en este momento.

Ver a uno de tus seres queridos irse no es fácil, para nada lo es. Lorence es mi hermano mayor, mi guía, mi apoyo, mi ejemplo, mi ángel, es fatal saber que me dejara por una mujer, su novia. Yo jamás le haría algo así a él, me quedaría, pero supongo que es muy diferente, porqué la chica a la que amo esta justo a mi lado, y la chica a la que él ama se encuentra lejos.

Si, es muy diferente.

Tenía dos maletas, una en cada mano, y con una sonrisa, se despedía de nuestros padres.

—Espero conocer a Mavis en vacaciones —le dijo mi madre, mientras arreglaba la corbata de Lorence.

—Tranquila, te la presentaré apenas tenga vacaciones mamá.

—Mejor no —murmuró una voz, la de mi padre.

Lazy y yo volteamos, y detrás de nosotros estaba mi padre, fumando un cigarrillo.

—¿Qué? —pregunté, no entendí por qué dijo eso.

—Esa chica se lleva a mi hijo, no me agrada.

Sonreí— No eres el único —murmuré y volví la vista hacia mi hermano, quien se nos acercaba.

—Adiós papá, te veré en vacaciones.

—Claro, siempre y cuando no me traigas a esa chica egoísta.

—¡Matt! —lo regañó mi madre.