El Choque Arco-iris (Recién Empezando)

Capítulo 17

Tray Olson

—Muy bien, todos pueden salir —dijo la maestra.

Estaba feliz porqué la maestra de primaria había terminado por fin su aburrida clase.

Guardé mis cosas ansioso por salir.

—¡Tray! ¿Quieres ir a jugar a mi casa? —preguntó Richard, un amigo— Hason y Luca iran.

—Lo siento, no puedo, mis papas dijeron que me llevarían al parque —dije ansioso.

—Pero Trayson, siempre dices lo mismo.

—Pero ahora será diferente —insistí—. Tengo que ir afuera, pronto vendrán a buscarme —tomé mi pequeña mochila y corrí hacia la salida.

—Hola Trayson ¿Quieres venir a to—

—¡Lo siento maestra Tina! Mis padres vendrán a buscarme —grité mientras corría.

Cuando salí, me senté en uno de los escalones a esperar a mis padres. Ya que no tenía nada que hacer, saqué de mi mochila un muñeco de Michael Jackson, uno que siempre me ha gustado.

Empecé a jugar con él, fingiendo que él estaba bailando, y empecé a tararear una de sus canciones mientras recordaba los pasos de baile que hacía en ella.

Jugué con el juguete por tanto tiempo, que no me di cuenta cuando quedaron pocos niños en la escuela, decidí esperar más, y seguir jugando.

—Trayson ¿Seguro no quieres venir con nosotros? —Richard y los demás se pararon frente a mí, esperando mi respuesta— Ya nos vamos.

—Estoy seguro, mis padres pronto vendrán.

—Bueno... está bien, será otro día —los tres compañeros del salón se dieron la vuelta y se alejaron, hasta salir de la escuela y perderlos de vista.

Decidí seguir jugando entretenidamente con mi muñeco, aun tenía la esperanza de que ellos llegaran, además, no me quedaría aquí todo el día.

...

Creo que había pasado una hora ya, y aún no venían por mí. Ya no tenía caso seguir jugando con el muñeco, lo había guardado porqué ya estaba aburrido.

Ahora solo estaba pensando en cuanto tiempo más podrá pasar, mis esperanzas se habían ido, pero aún creía en que no estaré aquí todo el día.

—Trayson ¿Por qué no te has ido? —me preguntó la directora, parada a un lado mío.

—Tal vez mis padres estén un poco ocupados, seguro vendrán en un rato —le respondí, aunque no tan seguro.

—Bueno ¿Quieres acompañarme adentro? Tengo cosas que hacer, y no quiero dejarte solo.

—Tranquila directora, no se preocupe, yo tengo que estar atento cuando mis padres lleguen.