• Capitulo 10 - Inicio de una batalla, luz vs oscuridad.

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Dos hombres caminaban con un propósito claro por los pasillos de un enorme edificio escolar, estudiantes y maestros que habían en otras aulas no los veían pasar. La mirada de ambos estaba enfocada en encontrar a su objetivo entre todo el alumnado, miraron por las ventanas de las clases sin ningún disimulo.

El hombre más alto era un tipo de complexión esbelta y llevaba sobre sí una túnica blanca, grabada de simbolos en un lenguaje extraño, algo fuera de lugar con el ambiente de aquel mundo. Su cabello rubio metalizado hacía un gran contraste con sus ojos oscuros, que sin cesar, escanearon a cada estudiante en busca de una irregularidad en específico.

El segundo hombre era delgado, juvenil y con un atuendo color gris más enfocado hacia el modernismo terricola. Su melena plateada caía hasta su espalda alta y sus ojos turquesa reflejaban impaciencia mientras apresuraba su paso.

Ambos eran ángeles.

-Tenemos que apurarnos, Señor Lewis. No tenemos que desperdiciar ni un solo segundo que mi hermana nos da. -dijo el ángel menor. En la mente de este se priorizaba el cumplir las expectativas que su gran hermana le tenía. Su descenso al mundo extraño de los humanos había sido de imprevisto, pero no planeaba defraudar a ninguno de los cinco que lo habían clasificado como apto.

-Dylan, cálmate. Mantén tus ojos enfocados en la tarea y concéntrate en sentir cualquier rastro de energía mágica. La señorita Sophiel dijo que mantendría las distracciones alejadas el tiempo suficiente, ¿acaso no confías en ella, o en su defecto, en el señor Faztrael?
-sermoneó el rubio de mirada relajada. Oculto bajo su apariencia que no superaba ni los treinta años humanos, estaba la experiencia de un ser que alcanzaba los siglos en edad.

-Yo... cierto, es cierto-La comprensión brilló en los ojos del joven celestial al escuchar sus palabras. Su mente muy apresurada le había estado jugando en contra otra vez-. Está bien, entiendo. -Sacudió la cabeza dos veces y volvió a entrecerrar los ojos en busca de la niña.

-Con hermana y el Señor Faztrael juntos, no tenemos que preocuparnos por nada, podemos estar aquí todo el día. -terminó por decir en alivio, Dylan, a lo que Lewis solo soltó un pequeño suspiro.

El niño que le habían asignado como compañero, a pesar de su gran habilidad, aún era muy inmaduro. Si el entorno fuera diferente, más peligroso, el mayor dudaba que sobreviviera mucho.

-¿Y? -De repente Dylan habló de nuevo y giró a mirarlo. Habían terminado finalmente el área de primaria y nada, ahora se dirigían a las aulas de secundaria. -¿Qué te muestran tus ojos?

El mayor volvió a suspirar.

-No hay barreras, ni hechizos de protección o de rastreo de ningún tipo en el área y tampoco he visto ninguna firma de energía mágica en los humanos que hemos encontrado hasta ahora, cosa obvia. -explicó Lewis, con algo de intriga por la falta de resguardo del tan perseguido objetivo. A pesar de no ser un guerrero sumamente sobresaliente, igualmente se le había asignado esta misión tan importante, y eso fue gracias a su habilidad innata; [magia óptica]. Con sus ojos, él podía ver cualquier rastro de energía mágica que intentara ocultarse, y esa es su tarea ahora.

No parecía muy difícil si se tomaba en cuenta que los humanos no poseían dicha energía, pero si el descendiente solar se mantuvo oculto por tanto tiempo aquí, es porque era muy bueno ocultando su rastro. Él tenía que encontrarla, a ella y a sus posibles aliados más allá del vigilante.

-Vaya... ¿y si en realidad tiene una energía mágica muy baja y por eso no la notamos al entrar al edificio? -comentó Dylan, tomando ambos el desvío para dirigirse a la clase de los de primero, tal cual como indicaba el mapa en la pared.

-Eso es imposible. No han existido portadores de habilidades solares que hayan sido débiles, al menos no en los registros que nos mostraron los eruditos. -explicó Lewis.

Resplandor: la historia de una niña celestial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora