Blue - CATRADORA AU [Adaptación-Traducción]

Capítulo 25

"Tienes que quitarte los zapatos, boba" Catra le dio un codazo a Adora antes de pasar por el control de seguridad, quitándose sus propias botas y tirándolas en uno de los contenedores de plástico. Adora siguió su ejemplo, colocando sus Converse blancas cuidadosamente junto a los zapatos de Catra. "Una a la vez" susurró Catra, empujando suavemente a Adora en la dirección del gran detector de metales. Vacilante, Adora caminó hacia delante y esperó a que Catra hiciera lo mismo. "¿Ves?, no fue tan malo" Catra se rio, agarrando la mano de Adora y ajustando su mochila en su hombro. "Ahora todo lo que tenemos que hacer es esperar hasta que el avión llegue. Nuestra puerta es la..." sacó el billete de su bolsillo. "A21. Así que es en algún lugar ahí abajo" señaló a uno de los largos pasillos.

Sonriendo ampliamente, Adora siguió a Catra mientras iban a su puerta. Sin embargo, otra cosa llamó la atención de Adora y soltó la mano de Catra para echar un vistazo. La más joven caminó hacia el frente de la tienda de regalos, caminando directamente al estante de sudaderas. Catra levantó una ceja, corriendo tras ella para ver lo que había encontrado.

"¡Mira Cat!" Adora sacó una sudadera de color azul con las palabras "I ♥ New York" en letras blancas. Catra asintió, reconociendo que había visto la sudadera. "¿Puedo tenerla?" Adora inclinó la cabeza hacia un lado ligeramente. "Es tu color favorito" ella asintió, agarrando la sudadera contra su pecho y susurrándole en el oído a Catra. "Y yo soy tu chica favorita, ¿verdad?"

Riendo, Catra tomó la sudadera de las manos de Adora y la estudió por un momento. "Eres una boba" se rio, empujando a Adora hacia la caja registradora y entregándole la sudadera. "Ve y ponla allí"

Adora miró a Catra vacilante, pero la chica de ojos bicolor le dedicó una sonrisa de apoyo. Tomando una respiración profunda, Adora puso la prenda sobre el mostrador. "Hola" dijo Adora suavemente. El cajero le dio una pequeña sonrisa y estudió la sudadera. Poniendo un brazo reconfortante alrededor del hombro de Adora, Catra le entregó al cajero su tarjeta de crédito. "¿Puedo ponérmela?" preguntó Adora en voz baja una vez que hicieron su camino hacia afuera de la tienda con la bolsa. Catra se rió, tomando la bolsa de la mano de Adora y desdoblando la
sudadera. Ella ayudó a la rubia a ponérsela sobre su camisa. Adora sonrió felizmente con la sudadera, a pesar de que la que ella había elegido era dos tallas más grande. Catra pensó que parecía adorable con las mangas extra largas. Adora sacudió sus brazos un par de veces para que pudiera mover sus manos a través de las aberturas.

"Mi chica favorita en mi color favorito" bromeó Catra, inclinándose y besando la nariz de Adora. No le importaron las miradas que recibió de la gente. No le importaban en absoluto. Con Adora, cosas que por lo general le importaban no le importaban. Catra tendía a preocuparse por todo. Si alguien la miraba de mala manera, le daba pánico. Pero ahora, ella tenía a Adora. Cuando estaba con Adora, su único objetivo era Adora. Las dos estaban en su propio pequeño mundo, y nada podía arruinar eso.

"Gracias Cat" Adora sonrió y tiró de Catra en un abrazo. "Me gusta más este que mi último avión"

"¿Tu último avión?" Catra levantó una ceja. Adora asintió, agarrando la mano de Catra y tirando de ella antes de que pudiera hacer más preguntas. "Aquí" Catra señaló el letrero sobre la puerta. Adora aplaudió y se sentó en una de las sillas negras. Catra se sentó al lado de ella, sacando su teléfono y entregándole a Adora uno de sus audífonos. Ambas escucharon música mientras esperaban para abordar su avión.

Unos veinte minutos más tarde, la morena fue empujada por una Adora emocionada, que estaba ansiosa por conseguir un asiento en la ventana. Catra estaba preocupada de que Adora se asustara cuando el avión comenzara a despegar, pero por suerte ella no tuvo de qué preocuparse. Adora se quedó dormida incluso antes de que el avión tocara el suelo. Mantuvo sus dedos entrelazados con Adora, por si acaso. Catra por su lado se recostó en su asiento con un libro mientras se abrían camino a Miami.