EDAN
"Si vuelves a perderte la lección, el Sr. Chopman te pateará el culo"
Vuelvo a mirar el mensaje que Hutch me mandó esta mañana y suspiro pasando una mano por mi rostro. Apago el teléfono y desvío mi atención hacia la pared frente a mi cama. Repaso cada hoja pegada sobre ella y me pregunto qué tanto llegó a ver Kaia.
Cuando subí del sótano y mamá me comentó que mi visita se encontraba en el baño de arriba, todas las alarmas se encendieron.
Kaia parece una chica curiosa por naturaleza y aun sin conocerla mucho sabía que no iba a dirigirse sólo al baño.
Lo confirmé cuando encontré la puerta de mi cuarto abierta y ella dentro de mi lugar privado husmeando en lo profundo de mi mente.
Cada dibujo fue hecho luego de ver apariciones. Los hago para descargar mi ansiedad y liberar mi mente porque de lo contrario podría volverme loco. Ningún boceto tiene forma, son puros garabatos con el único fin de des estresarme. Son bastante comunes para mí y mi familia, pero para alguien que nunca los ha visto antes puede resultarle algo perturbador. Especialmente por la cantidad que hay de ellos y lo oscuros que se ven.
Nadie que no sea mi familia entra a mi cuarto, es por eso que los mantengo a la vista. Es la forma que tengo de torturarme haciéndome saber cada día que esta pesadilla nunca va a terminar.
El hombre que vino a verme aquella noche no volvió a aparecer. Rogué en silencio que no lo hiciera y así fue.
Debato en silencio qué hacer a continuación y me decido por recoger todo. Remuevo una por una cada hoja adherida a la pared y las coloco en el último cajón del ropero. Ese que nunca uso. El verde oscuro de mi cuarto finalmente vuelve a estar presente, puede que hasta le agrade a mamá.
Diablos, hasta a mí me agrada.
Esta pequeña decisión me hace sentir un poco más normal. Así que no es una pequeña decisión para mí, es una enorme.
He estado observando a Kaia sin que ella se diera cuenta. No me agradó para nada que se haya pasado de la línea ayer rompiendo mi burbuja privada pero tampoco estuve bien al gritarle de esa forma.
La mirada de temor en su rostro aun se reproduce en mi cabeza y me he pasado toda la mañana en una buena forma de pedirle perdón, pero soy terrible en esto. Por eso no me gusta hablar con la gente y me abstengo de cualquier oportunidad para entablar amistades. Excepto Hutch.
Hutch ha sido mi mejor amigo prácticamente desde que somos niños pero aun así nunca le he contado sobre mi pequeño súper poder. Supongo que la idea de que me encuentre un fenómeno me asusta y no me agrada la idea de perder al único amigo verdadero que me queda.
Me encuentro esperando en la salida para hablar con ella. Me digo a mi mismo que es ahora o nunca. Un empujón me saca de mis pensamientos y estoy a punto de mandar a la mierda a quien quiera que haya sido hasta que veo a Kaia.
No parece estar en su mejor forma pero lo que más me llama la atención es la venda en su cuello. Se da cuenta que la estoy viendo y rápidamente tapa la herida con la mano.
— Lo siento —se disculpa y camina lejos de mí. No lo dudo ni un segundo en correr detrás de ella y la detengo sosteniendo su brazo sin ejercer mucha presión.
— ¿Qué te pasó en el cuello? —la interrogo.
— Me quemé con aceite. —Ni siquiera me mira cuando responde lo que me da la confirmación de que está mintiendo.
— No te creo.
Se suelta de mi agarre y gruñe por lo bajo— No tienes que hacerlo, es mi problema no el tuyo. —vuelve a alejarse pero la detengo nuevamente.
— Kaia, hablo en serio.
— Yo igual.
Antes de que pudiera decir algo más, arranco la venda de su cuello y veo la línea recta y fina.
— ¿Cómo te hiciste eso? —inquiero sin apartar los ojos de ese corte.
— Un momento de torpeza. — Por supuesto que sí.
— No me mientas.
Gruñe y se acerca hacia mí quedando a sólo centímetros de mi rostro— ¿Por qué insistes tanto? No me digas que estás preocupado, ¿acaso tu personalidad altruista sale cuando te conviene?
— Por si lo olvidaste, hay un asesino suelto que mata a sus víctimas de un corte en la garganta. —Aprieto la mandíbula— ¿Cómo te hiciste eso? —pregunto remarcando cada palabra.
Kaia está a punto de decir algo pero el sonido de sirenas capta nuestra completa atención. Ambos nos miramos y sé exactamente lo que está pensando. Algo malo pasó.
Caminamos hacia la dirección donde se dirigían los vehículos y a lo lejos veo un grupo de gente reunida. Todos expectantes ante la situación que se desarrolla frente a sus ojos.
Me detengo al instante cuando veo a la Sra. Dummas, mi antigua maestra de preescolar, a un lado sosteniendo su cabeza. Un fuerte escalofríos me recorre el cuerpo y la molestia en mi nuca aparece de repente. Sacudo la cabeza intentando apartar todas esas sensaciones y me concentro en la mujer frente a mí.
Está nerviosa, asustada y está gritando algo que sólo yo puedo escuchar.
El hombre del aro en la oreja lo hizo, el hombre del aro en la oreja lo hizo.
Luego de asegurarme que Kaia llegara a su casa, me encierro en mi cuarto y saco el block de dibujos. Lo ojeo hasta llegar al rostro vacío que muestra la hoja y con rapidez dibujo una oreja con un aro en ella. No tengo idea del tipo de joyería ni en cual la llevaba pero es una pista que no voy a dejar pasar por más inútil que suene.
Mi meta ahora es crear un retrato hablado del posible asesino, o al menos intentarlo. Tengo algo a mi favor y necesito usarlo bien, incluso si eso lleva a implicarme completamente.
Esto tiene que terminar y ahora.
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EDAN ✔ ©
Mystery / Thriller¿Qué sucede si juntamos un médium, una curiosa chica nueva y un asesino en serie? Muchas preguntas, pocas respuestas y un misterio por resolver. Historia completamente original. ❌ Prohibido el plagio. ❌ No se aceptan adaptaciones. #6 asesinato 21/08...