Capítulo 36

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Capítulo 36

Al final resultó que Sky sí que era superdotada

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Al final resultó que Sky sí que era superdotada.

Los test de inteligencia que le hicieron sacaron a la luz que tenía un Coeficiente Intelectual de ciento setenta y siete puntos. Tenía una sensibilidad innata para las ciencias, si bien en las letras también obtuvo muy buenos resultados.

La noticia tuvo tanto revuelo que, pronto, llegó a nuestros padres. Mamá y Sam se plantaron en el campus justo al día siguiente de decírselo por Skype. Por sorpresa. Las dos acabábamos de salir del club de lectura. Logan ya se había ido —me había dicho que quería escribir un rato antes de acostarse—, así que estábamos las dos charlando sobre cualquier tema cuando los vimos.

Mamá traía consigo esa sonrisa alentadora y dulce. El abrigo grueso la protegía del frío de primeros de diciembre. Llevaba unos pantalones vaqueros y unos botines muy similares a un par que tenía Sky y que yo le habría robado alguna vez. Sam, a su lado, lucía una expresión pétrea. Observaba a Sky como si fuera la primera vez que la veía. Su traje caro desentonaba en el mar de estudiantes que salían apresurados de las diferentes facultades.

Mi hermana se puso rígida al verlos. Ambas intercambiamos una mirada interrogativa. Negué con la cabeza y ella hizo lo mismo.

Me froté los ojos con una mano. No estaba lista para aguantar una discusión, no cuando había tenido un día tan largo como ese. Solo quería llegar a casa y prepararme un buen baño caliente. Pero, claro, el universo no estaba de mi parte.

—¿Mamá? ¿Sam? ¿Qué estáis haciendo aquí?

—¿No se suponía que tenías una reunión súper importante? —le recriminó su hija, con las mismas ganas que tenía yo de verlo.

Mamá nos dio un abrazo cariñoso.

—¡Estáis estupendas! —Me pellizcó las mejillas—. Liz, estás guapísima y mírate, Sky, me encanta verte sonreír.

Pese a la sorpresa inicial, mi hermana había vuelto a ser la de siempre, si bien de vez en cuando le lanzaba alguna que otra mirada de reojo a su padre. La entendía. Sam era impredecible.

—No os esperábamos. De haberlo sabido, os habríamos ido a buscar al aeropuerto.

—No te preocupes, cielo. Lo importante es que os hemos sorprendido, ¿verdad, Sam?

—Así es.

Pero no me lo tragaba. Su marido estaba demasiado callado y, por cómo observaba a su hija, supe que no estaba pensando nada bueno. Mientras que no se pelearan...

Fuimos a la cafetería de Zoe, esa que a mi madre tanto le gustaba. Se pidió un café con Nutella y extra de nata mientras que Sam solo un café americano. Sky se pidió otro. Yo solo quise una limonada —sí, fuera hacía un frío del demonio, pero no me entraba nada caliente—.

El no héroe del cuento (Trilogía Apariencias 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora