Capítulo 31

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Capítulo 31

Felicity me sorprendió aquella misma tarde cuando me arrastró consigo nada más terminar las clases

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Felicity me sorprendió aquella misma tarde cuando me arrastró consigo nada más terminar las clases.

—Quiero enseñarte mi plan ideal —me había dicho y ya con eso no tuvo que suplicar más.

Nuestra primera parada fue la librería en la que trabajaba Linn, por supuesto. En cuanto la castaña nos vio, se acercó a nosotros trotando.

—Chicos, ¡qué genial veros! —nos saludó con una sonrisa, que amplió al ver nuestras manos unidas.

Claro que sabía lo que había pasado entre Felicity y yo. Se lo había contado la misma noche en que tuve la mejor cita de mi vida. Habíamos hecho una videollamada que había durado horas.

Le di un abrazo a mi mejor amiga.

—¿Qué tal? Te ves guapísima.

Linn le quitó importancia con una risita nerviosa.

—Oh, calla, calla. Vas a hacer que todo el mundo me mire.

—Que lo hagan. Te quiero tanto, amiga.

Me señaló, mirando a Felicity.

—¿Qué le pasa?

La susodicha se encogió de hombros, las mejillas encendidas como pequeños farolillos. Radiante. Hermosa. Única.

—Qué se yo.

—Me da a mí que que esté tan contento tiene que ver con cierta mujer. —Le guiñó un ojo.

Se le encendieron aún más las mejillas.

—Yo... Yo...

Linn se echó a reír.

—Oh, chicos, me alegro muchísimo de que hayáis dado el paso. Sois adorables.

—Solo déjalo. Nos estás avergonzando.

Me dio un puñetazo cariñoso.

—Te aguantas. Yo tuve que soportar que le hicieras a Kyle un test de drogas, así que estate feliz de que lo único que haga sea hacer preguntas. Podría ser peor.

Lo dijo en tono jovial, pero tal y como pasaba cada vez que mencionábamos a su primer amor, sus ojos se nublaron. Fueron tan solo unos segundos, pero lo suficientes para que me diera cuenta.

La abracé contra mí.

—Pues mi primera opción era pasearme con el arma que mi padre tiene colgada en la pared, pero me pareció excesivo.

—Capullo.

Felicity y yo compartimos una carcajada.

—¿Alguna vez te he dicho que me gusta mucho cuando te pones a hacer bromas? —comentó la morena con una sonrisita hermosa.

El no héroe del cuento (Trilogía Apariencias 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora