🛴 One

960 52 17
                                    


- ¡ouch! - reclamo nuevamente cuando cayó por milésima vez de la patineta en la cual intentaba quedar parado, pero hasta ahora no lo conseguía.  Era su decima caída, que obviamente parecía la mil para el pequeño muchacho de cabellos castaños y los ojitos azules pero seguía intentándolo. Así que volvió a acomodar la patineta que decidió pintar de un color rosa bajito y con un poco de brillitos que su papá, le compró por Navidad y su cumpleaños, obviamente. 

Mark estaba muy contento cuando su único pequeño le pidió una patineta como regalo, y no sus típicos regalos como la vez que le pidió un juego de te, o muchos peluches cariñositos o las típicas trabitas o adornitos brillosos que al pequeño le gustaba usar y que Mark no podía negarse comprar cuando el pequeño formaba ese puchero con sus delgaditos labios y ese brillo que irradiaban sus ojitos cuando veía algún brillito que deseaba y podía combinar con alguna de sus poleras. A Mark no le molestaba comprar lo que su pequeño quisiera además tenía que admitir que esas pequeñas chucherías no eran muy costosas y lo mejor hacían a su pequeño feliz, pero lo que realmente temía era los prejuicios de las otras personas y que eso podría lastimar a su pequeño rayito de sol. Según el mayor era por que siempre estaba junto a sus hermanas, y  y que el normalmente no se encontraba en casa. Pero cuando una tarde casi a una semana de su cumpleaños, llego su pequeño con que ya sabía que quería de regalo y era una patineta. Mark se puso muy feliz y aunque sabía que debía hacer un sacrificio, quizá trabajar horas extras en el restaurant donde servía o pedir prestado pero conseguiría esa patineta como sea y así lo hizo.

Entonces, ahora estaba el pequeño, tratando de volver a subirse a esa patineta del demonio, como la acabo llamando. No sabe por que se le ocurrió que quería este juguete del demonio como regalo, y lo peor es que sabía que debía usarla al menos por un tiempo, en si tenía que aprender a usarla ya que vio como su papá se esforzó por conseguirla, solo por el se desvelo casi un mes entero. Aunque su papá pensaba que el no lo notaba, el siempre lo hacia, sabía cuan entregado era su papá por su familia y por sus cinco hijos. Por eso y quizá otro motivo más oculto, por el mismo que pidió la patineta de regalo, debía aprender a manejar esta cosa del demonio. Entonces, subió sus shorts de mezclilla que llevaba puesto, acomodo mejor su polera ploma junto, se arreglo el bennie que combinaba con la polera y que siempre llevaba ya que era el único recuerdo que tenía de su mamá y también puso la patineta en su lugar dio un suspiro y apoyo su pie derecho e intento subirse nuevamente pero cuando trato de poner el otro pie, perdió el equilibrio y volvió a caer, esta vez lastimándose el tobillo derecho junto con un raspón. Quería llorar y tirar la maldita cosa lejos. Pero lo único que hizo fue patear la cosa endemoniada y volvió a acomodarse los shorts, camino hacia donde había quedado la patineta que vio de manera determinada y se acerco lentamente.

- Tu no me vas a vencer, ya veras - murmuro entrecerrando los ojitos, fingiendo acomodarse las mangas de su polera y poniéndose mejor el bennie escondiendo así sus desordenados cabellos castaños. Entonces acomodo de nuevo su juguete, y antes de que logre poner un pie sobre el escucho una voz que lo detuvo.

- Lo estas haciendo mal, sabes - fue lo único que dijo y el pequeño se dio la vuelta con su ceño fruncido hasta que vio de quien se trataba, el culpable de que ya tenga varios raspones y siga peleando con su nuevo regalo.

- No lo creo - murmuro bajito - so...solo tengo que... que subirme ahí y ya - explicó lo poco que había entendido de lo poco que busco en internet ya que acabo distraído viendo algunos de los trucos o retos que tenían entre skaters.

- Pues no, es así - dijo con suficiencia el chico con cabellos de color castaño oscuro y ojos verdes, quien lo había estaba observando desde hace un momento y  quien lo miraba con una sonrisa sabionda, algo que molestaba al castaño - Lo estas haciendo todo mal - afirmo al final molestándolo más aún.

- ¡Que!  Eso no es... tu eres muy... ash tu... tu quien eres para... tu ... - se trabo, detestaba trabarse cuando estaba molesto, tenía muchas cosas por decir pero su mente no colaboraba y se trababa haciéndolo sentir como un completo tonto.

- Soy Harry y yo si se montar una patineta así que sé de lo que estoy hablando... - dejo abierta la pregunta para que el pequeño castaño le dijera su nombre, el cual acabo preguntando ya que no obtuvo respuesta de ese pequeño bobo - y tu eres? - dijo al final.

- ah...yo no lo sabía pero...oh yo soy Louis - susurro algo avergonzado. 

- Hi Louis - sonrió  al menos consiguió saber el nombre del pequeño, a quien le encanto escuchar como sonaba su nombre el los labios del rizado, se escuchaba sexy. Estaba por responder el saludo pero tropezó con la condenaba patineta 

- Ho...¡oops! - casi que grito esta vez cayendo sobre el rizado quien tan solo sonrió y lo ayudo a incorporarse de nuevo no sin antes perderse en su mirada por unos segundos pero que para ambos pareció una eternidad.

- Lo siento - se disculpo volviendo a acomodarse los shorts.

- Esta bien es... debes ser mas cuidadoso... - se encogió de hombros echando un vistazo a la pequeña cintura del castaño y sonrió. Ese pequeño era demasiado bonito y torpe,  para no dejar de verlo, se perdió en esas curvas marcadas, las piernitas rellenitas, pero en especial en su sonrisa. 

- oh ya me tengo que ir - fue lo que dijo el castañito cuando escucho a una de sus hermanas llamarlo. Si ya tenía diez y seis año, pero aún no lo dejaban salir o estar solo en ningún sitio. Su papá y sus hermanas eran demasiado sobreprotectoras con él.

- oh ... - fue la única respuesta que obtuvo entonces Louis decidió marcharse antes que Lottie aparezca y lo avergüence en frente del rizado. Entonces cuando Harry vio alejarse al pequeño,  no sabe como pero se animo a llamarlo - ¡Lou! - grito y este se detuvo, le había dicho Lou nadie lo había llamado tan bonito. Se quedo mirando hasta que el rizado hablo.

 - Si quieres te enseño eso, es decir si quieres es... yo podría... así podrías montarme - seguía divagando - Quiero decir que si...

- Si, vendré mañana a la misma hora, Hazz - se animo a llamarlo, además que el más alto le había dado un apodo también y volvió a escuchar la llamada de su hermana. Debía ir si no quería que lo regañara. Se despidió de Harry y se fue corriendo donde estaba estacionado el auto de Lottie. Quien cuando llego lo miro algo extrañada pero no dijo nada más.



Hola!!! volví con una nueva historia o eso espero!! será cortita quizá menos de 5 capítulos creo

Bueno este es el primer capítulo, será soft  y muy fluffy, quizá tenga un poquito de drama para hacerlo más emocionante pero ahí. Espero que la disfruten y muchas gracias por leerla kyaa


Skateboarding Heart Rate (L.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora