- Ok, creo que es todo lo que necesitamos y... - dijo el rizado con varios protectores, unos stickers y varias tuerquitas pequeñas que necesitaba para modificar un poco a su amiga además de una chaqueta de cuero que encontró en la tienda donde compraba los implementos que necesitaba para su skate. Pero al momento de pagar lo vio, trato de ignorarlo pero no pudo así que sin pensarlo lo tomo y empezó a observarlo mejor e imaginarlo el la cabecita de ese pequeño niño, quien ya había podido equilibrarse bien en la patineta sin necesidad de ayuda alguna, recuerda su sonrisa llena de felicidad reflejada en las arruguitas alrededor de sus ojos. Así que lo compró, no pudo resistirse y más si imaginaba la pequeña sonrisa del castaño.
- Ok, eso sería todo? - pregunto John, el dueño de esa tienda.
- Si, eso y... - dudo un poco y sabía como se quedaría mirándolo su amigo pero no le importo - y esto más - dijo poniendo en la mesa el regalo de Louis.
- Ok - sonrió el moreno - entonces serían 250 dólares, por favor - informó algo incrédulo ya que Harry nunca había gastado tanto en su tienda, excepto la vez que compró a su adoraba patineta.
- Oh, ok - dijo entregándole su tarjeta para hacer la compra. Entonces empezó a guardar todas las cosas que compro. No sin antes escuchar las palabras de John.
- Es un buen modo de conquistarla, Hazza. Apuesto que cae por ti.
- Yo... yo no quiero conquistarlo y es... es tan solo un amigo - respondió algo avergonzado.
- Oh, yo pensé que ... nada y lo siento dijo ayudando al rizado con sus compras.
- mm ok - fue su única respuesta y salió del lugar para ir a su cita...no! a su clase con Louis. Si eso era unas simples clases que había aceptado dar solo porque perdió la apuesta con el molesto primo de Zayn y el solo estaba ayudando a un amigo a aprender a patinar y nada más. Aunque no negaba que ese amigo era una de las pocas criaturitas preciosas que conoció, era pequeño y delicado, muy dulce aunque algo torpe pero al mismo tiempo demasiado decidido para hacer lo que sea que se proponía adoraba eso en el castaño aparte de sus preciosos ojos azules que cambiaban de color y le iluminaban cada vez que lo veía, además sus labios delgaditos que siempre esbozaban una sonrisa sincera, junto con su nariz de botón que se teñía de un color rojizo cuando se avergonzaba o tenía calor. Aparte de su gran y muy definido cuerpo que el rizado suponía era la envidia de muchos además del precioso y redondito... Harry se detuvo ahí, tenía que dejar de pensar en el bonito chico rosita de ojos azules que estaba empedernido en aprender a patinar.
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Por la tarde, el más ansioso por encontrarse con Louis era el rizado que traía una bolsita con el regalo dentro. No. no era importante pero vale recalcar que era un regalo y quizá quería que sea una sorpresa. Aunque cuando lo vio corriendo en su dirección jalando las mangas de su sweater celeste, para secarse las lagrimas que no dejaban de caer y tan solo con un buso plomo algo desgastado más sus tenis blancos con brillitos el sorprendido fue él. Que le había pasado al pequeño de ojos azules para que aparezca en ese estado.
- Lou ¿Qué pasa? ¿Estas bien?- pregunto la típica pregunta estúpida de siempre. El pequeño se aferró más a Harry, pasado un momento levanto su cabecita y negó.
- oh lo se, Lou - dijo cuando sintió que el pequeño volvía a llorar - shh... trato de consolarlo lo mejor que pudo, bajando su mano en forma de caricias por toda su espalda, algo que parecía calmar al más pequeño - Mira, te com...es... yo... - empezó a divagar ya que no pensó como le entregaría el regalo a Louis, ya que de por si no había nada entre ellos, eran tan solo amigos y solo eso.
- Ten - fue lo único que se le ocurrió decir después de unos segundos que le parecieron eternos.
- Oh - respondió el menor tomando la bolsa y abriéndola lentamente y lo vio era el casco rosita con brillitos plateados alrededor y con un diseño de mitad de corazón estampado a un costado del casco que conectaba de algún modo con las correas - ¡AH! es... es...
- ¿Te gusta? - pregunto ya que el castaño no decía nada - lo compré por que me recordó a ti y por que eso me producía ganas de vomitar - trato de bromear.
- ¡EY! y si, me gusto mucho Hazz. Tu... tu no deberías comprarme estas cosas. Yo, yo no lo merezco - el rizado al escuchar eso pensó en cuantas cosas bonitas merecía el pequeño castaño y hasta deseo ser el quien poder darle todo eso - además ¿Por qué lo compraste? - pregunto sin obtener respuesta.
- Hazz...por que lo...
- Ya te lo dije me recordó a ti además que estaba en oferta ya que supongo nadie lo quería - dijo algo molesto y - Ahora quiero que me digas porque estabas llorando, otra vez y esta vez no me mientas - regaño. Ya que hace unos días el castaño llego a la práctica llorando mucho más desconsolado e invento que fue por una película que vio y lo puso sentimental, aunque después el rizado descubrió la verdad viendo un moretón marcado en el bracito de Louis. Odió ver eso así que lo confronto hasta que el más pequeño admitió que Lottie se había enojado con el por no hacer la tarea y cuando trato de escapar ella lo tomo muy fuerte del brazo jalándolo hasta el estudio que tenían en su casa para después darle uno de los sermones más fuertes y tristes que tuvo que escuchar.
- Yo, no fue Lottie esta vez... fue mi papá.
- ¡Que!
- No es lo que crees, se ira por una semana, por trabajo y yo lo extrañare mucho además tampoco pude despedirme de él - formo otra vez un pucherito que era tan tentador para Harry.
- Y por eso lloras - se burlo - Mi papá salió a buscar unos cigarrillos cuando tenía siete y nunca más volvió - rio amargamente.
- Oh, siento escuchar eso, pero es que ahora solo estará Lotts y... y extrañaré a mi papá es al único que tengo.
- Ok, entiendo pero ahora que tal si probamos este casco y te subes a la patineta - trato de cambiar el tema viendo como el castaño asentía enérgicamente con su cabecita.
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Capítulo Nuevo! ;)
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Skateboarding Heart Rate (L.S.)
Fanfiction- Lo estas haciendo mal, sabes - fue lo único que dijo y el pequeño se dio la vuelta con su ceño fruncido hasta que vio de quien se trataba, el culpable de que ya tenga varios raspones y siga peleando con su nuevo regalo. - No lo creo - murmuro baji...