~Capítulo 5~

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Hook

—¡Smith!

El molesto ruido seguía sonando.

—¡Señor Smith! ¡Apaga la radio!

Ni rastro de su segundo a bordo. O bien Smith no lo oía, o bien no estaba allí. 

—¡Mocoso! ¡Sé que andas por ahí! ¡Baja la música!

Harry tampoco dio señales de vida.

Hook maldijo como el pirata que era antes de despegar la cara del escritorio de su camarote.

—¿¡Es que tengo que hacerlo yo todo en este barco!?

Se levantó con un movimiento brusco. Se impulsó más de lo deseado y su silla calló al suelo, mientas que él se chocaba contra el pequeño armario a su espalda.

La única decoración que había allí, una urna azul, bailó de un lado para otro, amenazando con caerse. Hook gimió, pero consiguió evitar con su única mano que su apreciada urna no se hiciese pedazos.

—Lo siento, Margaret. —Hook la volvió a colocar colocó en su sitio, olvidándose por un momento de su enfado—. No era mi intención. Tengo un mal día, como podrás intuir. Hago lo que puedo, de verdad, Margaret, pero hay días que son peores que otros. —Miró hacía la botella vacía del suelo—. Mucho peores...

I don't know if I believe in
'Cause I don't know what else I can do

—Ah, sí, ero eso. Tengo que cortar esa molesta música. Ahora vuelvo, Margaret.

Se despidió con un gesto de mano. Nunca con el garfio, para ella no.

—Muy bien, paso número uno —dijo en voz alta fuera del camarote—: Parar a quién sea que me molesta en un día malo. Paso número dos: volver al camarote.

Todo lo haría con la calma y el respeto que merecía un día como el presente. Nada de enfados, nada de gritos. Él tenía una día mala, pero eso no significaba que Margaret lo tuviese.

Inspiró con los ojos cerrados.

Tranquilidad.

I'm still holdin' on to everything that's read and gone
I don't wanna say goodbye
'Cause this one means forever

Se acabó la tranquilidad.

—¡Señor Smith! ¡Harry!

Subió corriendo hasta la cubierta, de donde, creía, que venía la canción. Se había pasado durmiendo todo el día y, al salir, comprobó que ya era por la noche.

Solo había una persona en cubierta. Miraba hacia Auradon como si no hubiese una barrera entre la Isla y la libertad.

Now you are in the stars
And six-feet's never felt so far
Here I am alone
Between the heavens and the embers

Harry.

Cantaba distraído; no notó que no estaba solo.

Hasta fue a por él.

—¿¡Qué haces!?

Harry se giró hacia él con desgana.

—No podía dormir.

—Pues yo sí podía, hasta que me despertaste. Y con esa canción.

—Era de las favoritas de mamá.

—No quiero oírla. ¿Sabes qué día es hoy? ¿¡Tienes idea de qué maldito día es hoy!?

—Vuestro aniversario de bodas —contestó Harry apartándose de él—. Por lo menos te has acordado, llevas todos el día bebiendo y durmiendo por eso, ¿no?

Nunca digas Nunca Jamás ~Harry Hook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora