~Capítulo 7~

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Tanner

En aquel entrenamiento se estaba esforzando más por eso mismo, para no volver a hacer el ridículo.

Odiaba haber perdido su puesto en el equipo. Y sobretodo con Whitney allí, atenta a los duelos mientras esperaba por su amigo Jay. En realidad, aún había esperanzas: Jay no había anunciado el nuevo miembro del equipo, y no lo haría hasta su regreso.

Al final aquella repentina excursión de los Vk's había traído algo bueno: tenía tiempo para mejorar e impresionarlo para lograr su plaza. También es verdad que le había traído verdaderos quebraderos de cabeza por parte de su madre, pero al menos tenía tiempo extra.

Por la ausencia de Jay, la sesión del día estaba siendo dirigida por uno de los miembros veteranos del equipo. Tanner se había asegurado que Lonnie no volvía a infiltrarse en la sesión de entrenamiento gracias a una técnica muy sencilla: contó cuántos de sus compañeros había en el vestuario y lo volvió a hacer antes del primer duelo.

Los mismos de siempre. Lonnie no estaba. Había aprendido la lección después de que Chad la pusiera en su lugar.

Tal vez no se lo merecía, pero Lonnie era mucho mejor que todos los aspirantes y sin duda le hubiera quitado su plaza, y él necesitaba entrar en el equipo. Esperaba que Lonnie lo entendiese.

—¡Acabamos por hoy!

Cuando no había ningún Vk por los alrededores la vida volvía a ser la de antes: sin problemas surgidos de la nada, tranquila y sobre todo perfecta.

La decisión de Ben había traído muchos cambios. Para empezar, Whitney había acabado casi distanciada de él.

A su madre tampoco le agradó la decisión. Poco antes de que se volviese realidad, el rey hizo un pequeño sondeo para ver cómo era acogida su propuesta. Tinker se mostró en contra con viveza, casi más que otros encuestados de los que Tanner conocía su respuesta. Su padrino le dijo que él había aceptado y que su mujer también, aunque con ciertas reticencias.

Tanner sospechaba que los resultados de la encuesta no había sido favorables para la medida de Ben, pero aún así se llevó a cabo y los cuatro Vk llegaron para quedarse.

Solo cuatro por suerte; Ben debía de haber aprendido la lección después de lo que ocurrió en la coronación y se habían pausado los traslados. Aquellos primeros elegidos habían causado tantos problemas como para preocuparse por el futuro.

¿Qué pasaría si el archienemigo de su padrino y su madre tenía un hijo y este fuera seleccionado para ir a Auradon?

Tanner no quería ni imaginarse cómo podrían ser las cosas si algún hijo del temible capitán Hook llegaba a Auradon. Su madre y la de Whitney se volverían locas; era de lo poco que compartían aquellas dos: nada de mencionar al capitán Hook.

Tanner entró por la puerta trasera, que daba justo al pequeño taller de su madre.

Tinker trabaja dando clases de formación profesional básica y tenía un buen horario. Era gracioso, porque nadie pensaría que alguien como Tinker Bell era tan buena manitas en un taller. A Tanner le parecía curioso que el talento de su madre fuera aquel, pero según ella ningún hada escogía su talento y no sé avergonzaba del suyo.

¿Qué talento tendría él de haber nacido en la Hondonada de las Hadas? ¿Reparador como ella?

—Hijo, deja las cosas y ayúdame un momento cuando puedas —Tinker estaba en el taller—. No puedo con esto yo sola.

Tanner dejó la bolsa de entrenamiento y fue a ayudar a su madre.

—Ayúdame a poner los tablones sobre la mesa. Ten cuidado.

Nunca digas Nunca Jamás ~Harry Hook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora