~Capítulo 8~

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Whitney


Whitney salió con toda la confianza que pudo del local; sus piernas parecían a punto de doblarse como si estuvieran hechas de mantequilla y la temperatura del lugar superase los treinta grados. La conversación con aquel pirata había sido imprevista, pero creía haber sorteado la situación con bastante entereza.

«¿Demasiado para ti, querido? Oh, por todos las hadas del reino, ¿en qué estaba pensando?»

También la escenita clavando el cuchillo había sido demasiado dramática. Quería parecer dura y con poca paciencia, pero tal vez se había pasado de dura e impaciente e imprudente.

«Por lo menos no he acabado en ninguna pelea», pensó Whit mientras se alejaba del Fish and Chips.

Siguió el camino que le habían hecho memorizar.. Mal le había dicho que no iría muy lejos de ella, pero que sólo se le acercaría cuando estuvieran lejos del territorio de Uma para no levantar sospechas.

Whitney esperaba estar siguiendo bien las instrucciones. Todas las calles de la Isla le parecían iguales entre sí, con una mezcla extraña de colores oscuros y brillantes.

Nadie parecía fijarse en ella, cada persona parecía ocupada en sus propios asuntos.

Desde que nació, Whitney había estado expuesta al ojo público. Todos conocían a sus padres y como consecuencia todo el mundo creía conocerla. Todos la veían como la viva imagen de su padre: revoltosa, animada, siempre con energías. Y claro, poder volar tampoco ayudaba a que la gente no diese por sentado muchas cosas sobre ella.

Cuando su madre había entrado a formar parte del gobierno del padre de Ben, Whitney había estado aún más expuesta a las miradas de la gente y sus cotilleos. Aunque su madre siempre hacía todo lo que podía para que no le afectara, había poco gente en Auradon que no diese por supuesto que ella era una niña traviesa como lo fuera su padre o que no fuese tan echada para delante como él.

Wendy evitaba con todos sus fuerzas que las revistas de cotilleo fuese tras su hija, pero su madrina Tinker no pensaba igual. Otra de las muchas cosas que la gente asumía sobre Whitney era que ella y Tanner se acabarían casando. Y aunque su madrina no hablase nunca con los reporteros directamente, era extraño como ese rumor nunca perdía fuerzas...

Por eso le comenzó a gustar ese ambiente en la Isla. Nadie sabía quién era ni le importaba lo que hiciese. Era invisible para el resto. Podía ser lo que ella quisiera.

Whitney estaba pensando en eso con extraña fascinación cuando sintió que alguien venía corriendo tras ella. Asustada, se dio la vuelta, pero solo era un grupo de niños que jugaba al pilla pilla.

Los niños pasaron de largo sin fijarse en ella, cuando si estuvieran en Auradon se habrían parado pedirle que los llevara a volar.

Los niños desaparecieron por una calle mientras una mano agarró a Whitney por el hombro.

—¿En qué estabas pensando? —Mal la empujó a seguir andando, de vuelta a la guarida.

—Pensé que los niños era alguien que me perseguía —respondió Whitney, desconcertada.

—Eso no —replicó Mal—. El pirata con el que estabas sentada.

—Ah, él. —Mal entonces sí los había visto, aunque desde la perspectiva de Whitney, ella nunca había prestado atención a otra persona que no fuese Uma—. Llegó y se puso a hablar conmigo. Para que no sospechas hablé mal de ti y de Auradon. Me invitó a unirme a su banda.

—Argh, dejar que vinieras fue un error. Fue peligroso.

—Podría ser útil, Mal —continuó Whitney—. Le he caído bien, o eso creo. Podría ser de ayuda para rescatar a Ben si...

Nunca digas Nunca Jamás ~Harry Hook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora