Caminos cruzados (Daryl Dixon)

Capitulo 22: Incidente

Me fui a mi celda para descansar la mente un rato. Me senté en el suelo apoyando la cabeza en la pared. Al poco tiempo Daryl entró y se sentó a mi lado.

—Siento no haber podido hacer algo con esos gilipollas— Posó su mirada en mí.

—No importa— Dije con indiferencia, él me observó extrañado.

—¿Por qué dices eso?— Preguntó Daryl.

—Estoy acostumbrada— Me encogí de hombros.

—Hmm, no me contarás aunque te pregunte, ¿verdad?— Su mirada parecía suplicarme.

—Exacto.—

—Eres demasiado misteriosa— Se cruzó de brazos —No me gusta-

—Te acostumbrarás, Robin Hood.—

Nos quedamos un rato en silencio, como me empezaba a aburrir, salimos al patio para ver que hacían los demás. Vi a Óscar y Axel acercándose a nuestro sitio, así que fui a hablar con ellos para ver que sucedía.

—¿Por qué estáis aquí?— Pregunté quedándome frente a ellos.

—No podemos seguir allí dentro, es horrible, el olor, los cadáveres...— Comentó Axel.

Le expliqué la situación a Rick, ya que andaba cerca de nosotros y la verdad es que no se lo tomó muy bien.

—¿Enserio? ¿Quieres volver a dormir con un ojo abierto?— Rick miró a T-Dog.

—Nunca dejé de hacerlo. Echarlos sería lo mismo que ejecutarlos—Respondió.

—Te recuerdo que uno de sus amigos le puso un cuchillo en la garganta para poder escapar— Daryl me señaló con su dedo —¿Qué te hace pensar que ellos no son iguales?-

—Cuando era novato arresté a un chico 19 años acusado de apuñalar a su novia. El chico lloró como un bebé en el interrogatorio. En el juicio, engañó al jurado, lo soltaron por falta de pruebas y dos semanas después mató a otra chica, ellos podrían hacer lo mismo— Explicó Rick.

Como no llegamos a ningún acuerdo, los encerraron en el vallado, después Rick decidió mover los coches a la puerta principal, por si había que salir corriendo.

—¿Te encuentras bien?— Daryl se puso frente a mi.

—Sí, ¿por qué preguntas?— Levanté una ceja.

—No sé— Apartó su mirada.

Decidí irme con Hershel y Beth. Se encontraban dentro del pabellón, Beth había arreglado los pantalones de su padre, para que la pernera que no iba a ser ocupada, no arrastrase por el suelo y le dificultase el caminar. Hershel iba apoyado en dos muletas tratando de adaptarse a su "nuevo" yo.

—¿Necesitáis ayuda?— Pregunté observándolos desde la puerta.

—Parece que se me da bien esto, así que por ahora no, gracias— Hershel sonrió.

—Vamos al patio para que lo vean los demás, ¿nos acompañas?— Preguntó Beth.

—Por supuesto—

Fuimos lentamente hacia el patio, cuando llegamos al exterior, Hershel se quedó parado en medio del vallado observando el cielo mientras la luz del sol le golpeaba la cara.

—¡Muy bien Hershel!— Escuchamos gritar a Glenn y vimos a Rick haciéndole señas para que callase.

Hershel los miró con una sonrisa. Los demás se acercaron a nosotros para darle la enhorabuena. A los pocos segundos escuché a Carl gritar, miré detrás de nosotros y del patio interior venían decenas de caminantes.