Estuvimos toda la tarde haciendo prácticamente nada, estuve un rato con Carl hablando sobre su estado de ánimo, después de ayer se encontraba un poco mejor, o eso decía él. Ayudé a Hershel a plantar algunas semillas; conversé con Axel y Oscar, que estaban intentando integrarse con nosotros. Y ahora me encontraba con la pequeña en mi habitación, ella estaba dormida a mi lado y yo apunto de dormirme también, con un brazo puesto sobre mis ojos para tapar la poca luz que entraba por las ventanas que quedaban frente a mi celda.
—¿Estás bien?— Pegué un brinco del susto, quedando sentada en el colchón.
—Qué manía de asustar a la gente y no dejarla dormir— Lo miré ojiplática con una mano puesta sobre el corazón. —Sí, estoy bien Daryl— suspiré. —¿Qué necesitas?
—Me toca hacer guardia en la torre— Dijo en un tono más seco, apoyándose en la pared.
—¿Quieres que te acompañe?— Pregunté con timidez.—Ahora que me has despertado me va a costar dormir de nuevo— Asintió con su cabeza y salió de la celda. Me levanté, le puse una almohada a la pequeña para evitar una caída y salí en busca de Daryl, no sin antes avisar a Beth para que le echara un ojo a la bebé.
* * * * * * *
Cuando estaba ya en el patio, vi a Daryl apoyado en la barandilla de la torre, mirando hacia el horizonte, ya había oscurecido, así que lo más probable es que no me hubiera visto allí abajo, por lo que aprovecharía para asustarlo un poco.
Subí en silencio hasta su posición y me quedé allí parada esperando a que se diera media vuelta.
— ¡Joder! ¿Cuándo has subido?— Preguntó asustado. —¿Eres un agente secreto o algo así?—
Empecé a reírme —Exactamente, no quería decirlo, pero soy James Bond— Le guiñé el ojo con una sonrisa burlona, él negó con la cabeza, bufando, aunque sonriendo de lado. — Apenas te he visto sonreír completamente...—
—No veo ningún motivo para sonreír tal y como está el mundo— Contestó.
—Que el mundo esté hecho una mierda, no significa que nosotros tengamos que ser una mierda— Se quedó callado, pensando. — ¿Quién eres? o eras...— Pregunté mirándolo con curiosidad.
—Ahora...un superviviente, antes...— Daryl me miro con duda, quizá no quería decirlo, pero aún así hubo algo que hizo que me contara cosas sobre él. —Antes no era nadie, solo un idiota, con una familia idiota. Me las arreglaba sólo. Me involucré en cosas muy peligrosas y no estoy orgulloso de eso, pero lo hice por necesidad o si no, para no recibir palizas por parte de los amigos de mi hermano.—
lo miré con comprensión, por desgracia sabía lo que era pasar por eso y a mi no me gustaría que me miraran con lástima al contarlo. —Ahora te puedes ir, como lo hacen todos cuando saben quien soy— Espetó.
—¿Por qué me iría?— Pregunté con confusión.
—Porque soy un engendro— Respondió con enfado.
—Para mí no lo eres Daryl, todo lo contrario— Se quedó callado y volvió su mirada hacia mi, con los ojos un poco abiertos de sorpresa y luego miró hacia el paisaje. —Haré guardia yo, descansa un rato. — Asintió y se sentó dentro de la torre, apoyado sobre la pared.
—Chloe— Me giré para mirarlo —¿Cómo pudiste ayudar a Carl?
—Nunca estás del todo preparado para la muerte de un ser querido, aunque lo sepas y lo aceptes, nunca será fácil superarlo. A veces no necesitas palabras para animarte, a veces simplemente...— Hice una pequeña pausa —Necesitas un hombro donde llorar, sin que te juzgue, para demostrar que no estás solo. — Volví mi vista hacia el horizonte y me quedé callada.
—Oye— volví a mirarlo —Gracias— sonrió.
—Gracias a ti— le sonreí ampliamente —Gracias por estar ahí cuando más he necesitado y hacer que no me sintiera sola— Daryl me sonrió completamente y poco después se recostó. —Buenas noches Daryl—
—Buenas noches—
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Caminos cruzados (Daryl Dixon)
Hayran KurguEn medio de un apocalípsis zombie ella, encontró personas a las que consideraría su familia. ¿Quién iba a decirle que en medio del caos, viviría una historia de amor? Chloe, nunca imaginó lo que le tocaría vivir con tan solo 21 años, nunca creyó...