Fiel A Ti [BORRADOR TERMINADO]

Capítulo 19

OLIVE

Hace dos meses...

Hoy pasamos la tarde con Miles y su hermana, Mike. No pensaba que Pierre fuera tan cercano a ellos, pero hoy al verlos interactuar pensé que podrían ser casi como hermanos, se llevaban muy bien. Me gustaba mucho la relación de Mike y Pierre, ella realmente lo veía como alguien muy importante e imprescindible en su vida.

—Ellos son como tus hermanos—le dije.

Nos encontrábamos formando la fila en una heladería, ya iba a ser nuestro turno de pedir nuestros sabores.

Pierre me miró y sonrió.
—Aunque no de sangre, yo creo que sí lo somos—dijo y siguió sonriendo.

Entonces de repente vino una pregunta a mi cabeza, una que ya me había hecho antes.

Me giré totalmente hacia Pierre con intención de hacerle esa pregunta.
—¿Cómo conociste a Mike? Miles me dijo que a ella la conociste primero, antes de saber que ellos son hermanos.

—Hmm, no pasó tanto tiempo desde eso, ¿quieres que te cuente?

Asentí con la cabeza.
—Si tú quieres contarme...

—Claro—accedió—. Curiosa—luego murmuró por lo bajo.

Aplané mis labios.
—Está bien, no me lo cuentes—dije con resignación.

Pierre se rió.
«Tiene una risa tan linda»

Pedimos nuestros helados y salimos del local. Íbamos a cruzar una avenida, como el semáforo daba verde y tampoco venía ni un vehículo, pensé que podíamos cruzar, pero Pierre me agarró de la mano con intención de detenerme.

—Si nos atropellan en rojo, podemos demandar—me susurró por lo bajo.

Eso me hizo reír. Tenía mucha razón.

Cruzamos la avenida y nos fuimos a un parque, a un parque que ambos conocíamos bien. Nos sentamos en uno de los bancos, dándome cuenta de que aún seguíamos tomados de las manos.

—Hace dos años conocí a la hermana de Miles—me comenzó a contar—. Era muy tarde y ella estaba sola en este mismo parque, llorando desconsoladamente. Me acerqué a ella porque estaba preocupado por que algo le haya pasado.

—Pobrecita—murmuré por lo bajo y Pierre asintió.

—Me senté a su lado justo en este mismo banco—señaló—, y le pregunté si estaba bien. Le dije cómo me llamaba y también pregunté por su nombre. "Soy Mike, sí, es nombre de niño, pero a mí me gusta" —recitó las palabras que ella le dijo y sonreí—. Le pregunté si le había pasado algo, si podía ayudarla con algo. Me dijo que la iban a expulsar de la escuela porque no era inteligente. Que por más que se esforzara, no lograba entender nunca a sus profesores. Se había sentado...

Lo interrumpí.
—A veces es difícil, la entiendo. A unos les cuesta más que a otros, pero eso no quiere decir que sea por falta de inteligencia, la verdad es que todos somos inteligentes, todos somos iguales—estimé.

La naturaleza no deja elegir, Olive, sino que son las distintas fuerzas selectivas las que con el paso del tiempo van modulando a los seres vivos. Es demasiada ciencia para entender a la inteligencia de la manera más específicamente correcta. Pero tienes razón, todos somos iguales.

—Tú y tus tecnicismos...—solté una risa.

Pierre puso su mano libre sobre mi cabello y me lo despeinó.
—¿Dónde me había quedado? —intentó recordar.

Me lo pensé un momento.
—Se había sentado...

—Ah, claro, gracias—me ordenó el cabello y luego sonrió antes de continuar—. Mike se había sentado aquí un rato para intentar resolver unos ejercicios, pero no pudo y eso la desanimó a volver a casa porque tenía miedo de decepcionar a Miles. Sus compañeros de clases de burlaban de ella por no ser lo suficientemente inteligente, le decían que por eso debía dejar de ir a la escuela.

—No me agradan las personas burlescas.

—A mí tampoco me agradan—coincidió Pierre y soltó un largo suspiro—. Esa era la preocupación de Mike, si dejaba de ir a la escuela entonces nunca podría ir a la universidad y nunca podría conseguir un buen empleo para ganar mucho dinero y poder comprarle a su hermano una gran mansión, con piscina y todo

—Ella quiere tanto a Miles...—murmuré.

—Yo no sabía cómo consolarla, así que solo puse mi mano sobre su hombro para brindarle un poco de apoyo. Entonces miré su cuaderno y vi unos ejercicios que recordé haber hecho años antes en la escuela. Le había preguntado que qué tal si le explicaba cómo resolverlos, a lo que ella levantó la mirada rápidamente ¡y sus ojos!, Olive, si hubieras visto sus ojos... sus ojos cobraron un brillo que antes no había en ellos. Su mirada triste pasó a ser una mirada de... Hmm, no recuerdo la palabra.

—¿Esperanza? —solté de inmediato.

—¡Esa palabra! Sus ojos connotaron pizca de esperanza. En ese entonces aún no sabía que su hermano era Miles Wilde. Lo conocía, éramos compañeros de clase, aunque nunca nos habíamos hablado.

—Entiendo...

—No sé si lo sabes, pero él fue expulsado de la escuela injustamente por culpa de mi familia. Debido a lo que sucedió con su padre y mi madre, los sucesos que ocurrieron luego y que lo afectaron tanto como para tener que levantarse solo y haber decidido trabajar duro para que su hermana pudiera estudiar como a él le hubiera gustado seguir haciéndolo. ¿Sabes? Me sentí muy mal cuando Mike me lo contó. Lo mucho que se esforzaba Miles para poder pagarle los estudios, para poder cuidarla. La pasaron muy mal porque hasta hace poco los del seguro social los quería separar, ellos estuvieron a punto de perderse—Pierre suspiró y le apreté la mano ligeramente.

—Sí, Miles me lo contó, que gracias al abogado que lo ayudó a validar que pronto sería mayor de edad, por su trabajo y buena paga, logró obtener un permiso por ser un caso especial, para mantener a Mike por sí solo a pesar de ser los dos menores de edad. Ese abogado... creo que fue tu papá.

Pierre asintió.
—Descubrí un día después que ellos dos son hermanos, porque le había prometido a Mike ser su tutor y que la iría a visitar luego para ayudarla con sus tareas.

—En ese entonces teníamos dieciséis años, solo pasaron dos años, pero parece tanto tiempo...—murmuré.

Pierre asintió y luego se levantó para estirarse, recién soltando nuestras manos.
—Todo mejorará, todo mejorará para ellos, solo necesito un poco más de tiempo...—susurró, contemplando la noche sin ninguna estrella a la vista.

—Mejorará todo para todos—reedifiqué su oración.

Él suspiró.
Esperábamos que sí.
Realmente que sí.

CarpeDiem✿