Realmente le duelen los pies, nunca había bailado tanto. Se pregunta si el rubio que duerme a su lado sentirá los mismo.
Aún siente que baila entre la gente, tomado del rubio como hace horas antes. Las clases de danza han sido útiles y además, se siente en buena compañía con John. Se deja llevar un poco en la danza ya que no es su campo más fuerte, se sujeta al hombro del más alto y con fluidez mueven sus pies al tiempo. Hamilton se siente protegido de todas esas cosas que le dan miedo mientras de esfuman cuando baila rodeado por aquellos brazos: «¡Qué se besen los novios!» Grita Martha en mitad del baile y la gente la acorea animando.
El pelirrojo sonríe casi apoyado totalmente en el mayor mientras bailaban. Siente incluso como sus pechos están tan pegados que nota cada latido. Sin duda el pelirrojo no puede evitar sentir pequeños calambres aunque la situación con el joven es complicada. En el fondo él siente lo mismo que aquel día bajo aquel árbol. Alexander deja de bailar y en vez de separarse se queda allí agarrando al joven para después darle un beso que por un momento deja congelado a John, o más de lo normal. Da un beso lento que tiene la dulzura del postre que han comido antes, cierra los ojos inseguro en un principio al ver la extraña reacción del joven, pero cuando el rubio también cierra los ojos todo se calma en su anterior.
La celebración, la cena, el día, todo ha sido perfecto a excepción de algo que ha sentido diferente a lo que esperaba.
La verdad es que el joven se ha mostrado más indiferente y frío de lo que a Hamilton le gustaría, esperaba al menos sentir la confianza con él para contarle sus problemas para dormir. Tal vez solo un pequeño abrazo. Cuando el aire sopla con fuerza simplemente no puede ni cerrar los ojos y hoy es ese caso.
Ahora es él el que siente un dolor punzante. Tal vez ha conseguido un buen lugar, pero... ¿Vale la pena haberse casado a los quince con alguien que no le muestra ni un mínimo interés en el afecto? Le da rabia, jugó con sus sentimientos. Aquel día casi se besan y no de una manera de prueba. De verdad se sentía interesado en el joven.
Con las horas el clima empeora y Hamilton se sienta en la cama intentando no moverse para no despertar al rubio que parece estar dormido. Tapa sus rodillas con la manta y la lluvia agita con fuerza la ventana. Cae el primer rayo y Hamilton se intenta proteger cubriéndose cosa que rápidamente llama la atención del mayor pero no hace nada ya que no sabe si sólo se está moviendo para dormir. Alexander espera el trueno, aterrador que... Se escucha el rayo que dará inicio a muchos más. Aunque lo evita, mejor dicho lo intenta, y se avergüenza de ello, una lágrima sale de su ojo y suspira cerrando los ojos con fuerza. Intenta hacerse una bola él solo en su lado de la cama sin molestar mientras llora en silencio hasta que de la nada siente como hay un movimiento. Cuando abre los ojos ve al joven que se ha volteado y no tiene la cara de seriedad de siempre. —John..—. dice en un susurro.
—¿Todo bien?— Pregunta algo cansado por el agotador día, pero su instinto mas humano necesita saber si todo anda bien. —¿Puedo ayudar?
—Soy ridículo..—. Asegura Hamilton. —De verdad me avergüenza que ha nada de conocernos tengas está impresión de mí—. Explica intentando no sonar ridículo. —No creo que sean buenas formas de intentar conquistarte así..—. Dice para él mismo y John escucha con interés como el joven solo quiere algo de atención. —Hace un tiempo mi lugar quedó destruido y sacudido por un huracán. No me gustan las tormentas, ni la oscuridad... Tampoco estar solo..—. Cuenta avergonzado intentando no ridiculizar su persona.
—A mí me asustaban los besos— cuenta en un susurro John casi para él mismo. —Usted me dió mi primer beso..—. dice recordando el beso del baile, y como todos miraban. —No está tan mal...
Alexander sonríe y mira al joven que apoya su cabeza en su brazo. —¿Insinuas que las tormentas se pueden disfrutar?—Bromea el más bajito intentando ignorar los rayos que caen.
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El gran Día/ LAMS
FanfictionJohn Laurens está en busca de una persona con la que forjar matrimonio, pero ciertas dificultades se presentan y finalmente sucede lo inesperado minutos antes de su boda