Blue (Jenlisa)

Capítulo 13

Lisa se despertó cuando un peso de repente se levantó de la cama. Antes de que pudiera averiguar lo que estaba pasando, ella escuchó pasos apresurados desaparecer fuera de la habitación.

—¿Qué...?—Lisa se sentó aturdida, frotándose los ojos y mirando alrededor de la habitación. Jennie no estaba allí. Inhalando profundamente, Lisa se secó rápidamente los ojos y quitó las mantas de sus piernas. Ella miró el reloj. 12:15. Apenas habían estado durmiendo durante una hora.

—¿Jennie?—Lisa levantó la voz, tratando de quitarse el agotamiento y caminando hacia la puerta—¡¿Jennie?!—gritó más fuerte cuando no hubo una respuesta. Justo cuando estaba a punto de salir de la habitación, oyó pasos rápidos que subían las escaleras.

Jennie apareció en lo alto de las escaleras, sosteniendo el lienzo de tamaño medio y corriendo hacia Lisa. A medida que la pequeña chica se acercaba, Lisa se dio cuenta de que había lágrimas corriendo por su rostro.

—¿Qué ocurre?—preguntó Lisa rápidamente, dando un paso hacia delante mientas que Jennie empujaba la pintura en las manos de Lisa.

—Me olvidé—Jennie negó con la cabeza y dio un paso atrás—Soy estúpida. Lo siento—miró hacia el suelo, limpíandose frenéticamente los ojos con la manga de su suéter.

—¿Qué?—preguntó Lisa, mirando la pintura que había encontrado hace unos días. Todavía dándole piel de gallina.

—Era un regalo—Jennie dio un paso hacia delante y señaló a la pintura—Para ti. Pero es demasiado tarde—suspiró y enterró el rostro entre sus manos. No quería que Lisa viera que estaba llorando.

—¿Por qué es demasiado tarde?—Lisa se confundió, usando su mano libre para extender la mano y tirar de las manos de Jennie de su cara—¿Por qué estás llorando? Esto es hermoso, Jennie—ella miró a la lona en sus manos.

—Era para el Día de San Valentín—Jennie se mordió el labio y dejó que Lisa limpiara sus ojos—Pero ya... ya es demasiado tarde.

—Oh, mi amor—Lisa negó con la cabeza y se llevó a Jennie al dormitorio—No, no lo es...—suspiró y apoyó la pintura en su escritorio para que pudiera verse desde la cama—Yo no...

Jenn siguió a Lisa hasta la cama y se sentó lentamente. La chica de pelo rubio pensó por un momento antes de hablar una vez más.

—Yo no te di nada tampoco...—Lisa negó con la cabeza—Quiero decir, obviamente, que tengo algo... pero cuando no me hablabas yo... yo simplemente no creí que realmente te importara.

—Me importa—Jennie se acercó más a Lisa y le agarró la mano—Lo hago, Li. Lo hago. Estaba asustada.

—Lo sé—Lisa tomó la mano de Jennie entre las suyas—Pero el Día de San Valentín es un día, ¿no? Quiero decir, ¿quién dice que no podemos tener nuestro propio día en este momento?

—¿En este momento?—Jennie inclinó la cabeza hacia un lado.

—Sí—Lisa asintió y se puso de pie, moviéndose hacia su escritorio y hurgando en el cajón por un momento—En este momento—ella se sentó en la cama y puso una pequeña caja en el regazo de Jennie—Feliz... Feliz Día a nosotras—ella sonrió suavemente, besando la mejilla de Jennie.

—¿Para mí?—Jennie susurró suavemente, levantando la caja y dándole la vuelta en sus manos.

—Solo para ti—Lisa se rió suavemente y cruzó las piernas debajo de ella—Ábrelo.

Los pequeños dedos de Jennie rasgaron suavemente el papel de regalo, revelando una pequeña caja de cartón. Ella levantó la tapa, frunciendo las cejas a lo que había dentro.