Blue (Jenlisa)

Capítulo 25

—Tienes que quitarte los zapatos, tonta—Lisa dio un codazo a Jennie pasando por el control de seguridad, quitándose sus propias botas y tirándolas en uno de los contenedores de plástico. Jennie siguió su ejemplo, colocando sus converse blancos cuidadosamente junto a los zapatos de Lisa.

—Una a la vez—susurró Lisa, empujando suavemente a Jennie en la dirección del gran detector de metales. Vacilante, Jennie caminó hacia delante y esperó a que Lisa hiciera lo mismo.

—¿Ves? No fue tan malo—Lisa se rió, agarrando la mano de Jennie y ajustando su mochila en su hombro—Ahora todo lo que tenemos que hacer es esperar hasta que el avión llegue. Vamos en la puerta...—sacó el billete de su bolsillo—A21. Así que en algún lugar ahí abajo—señaló a uno de los largos pasillos.

Sonriendo ampliamente, Jennie siguió a Lisa mientras iban a su puerta. Sin embargo, otra cosa llamó la atención de Jennie y soltó la mano de Lisa para echar un vistazo.

La pequeña chica caminó hacia el frente de la tienda de regalos, caminando directamente al estante de sudaderas. Lisa levantó una ceja, corriendo tras ella para ver lo que había encontrado.

—Mira, Li—Jennie sacó una sudadera de color azul con las palabras "I ♥ Nueva York" en letras blancas. Lisa asintió, reconociendo que había visto la sudadera.

—¿Puedo tenerla?—Jennie inclinó la cabeza hacia un lado ligeramente—Es tu color favorito—ella asintió, agarrando la sudadera contra su pecho y susurrándole en el oído a Lisa—Y yo soy tu chica favorita, ¿verdad?

Riendo, Lisa tomó la sudadera de las manos de Jennie y la estudió por un momento.

—Eres un boba—se rió, empujando a Jennie hacia la caja registradora y entregándole la sudadera—Ve y ponla allí.

Jennie miró a Lisa vacilante pero la chica de ojos mieles le dedicó una sonrisa de apoyo. Tomando una respiración profunda, Jennie puso la prenda sobre el mostrador.

—Hola—dijo Jennie suavemente. El cajero le dio una pequeña sonrisa y estudió la sudadera. Poniendo un brazo reconfortante alrededor del hombro de Jennie, Lisa le entregó al cajero su tarjeta de crédito.

—¿Puedo ponérmela?—Jennie preguntó en voz baja una vez que hicieron su camino hacia afuera de la tienda con la bolsa. Lisa se rió, tomando la bolsa de la mano de Jennie y desdoblando la sudadera. Ella ayudó a la chica más pequeña a ponérsela sobre su camisa.

Jennie sonrió felizmente con la sudadera, a pesar de que la que ella había elegido era dos tallas más grandes. Lisa pensó que parecía adorable con las mangas extra largas. Jennie sacudió sus brazos un par de veces para que pudiera mover sus manos a través de las aberturas.

—Mi chica favorita en mi color favorito—Lisa bromeó, inclinándose y besando la nariz de Jennie. No le importaron las miradas que recibió de la gente. No le importaban en absoluto.
                   
Con Jennie, cosas que por lo general le importaban no le importaban. Lisa tendía a preocuparse por todo. Si alguien la miraba de mala manera, le daba pánico. Pero ahora, ella tenía Jennie. Cuando estaba con Jennie, su único objetivo era Jennie. Las dos estaban en su propio pequeño mundo, y nada podía arruinar eso.

—Gracias, Li—Jennie sonrió y tiró de Lisa en un abrazo—Me gusta más este que mi último avión.

—¿Tu último avión?—Lisa levantó una ceja. Jennie asintió, agarrando la mano de Lisa y tirando de ella antes de que pudiera hacer más preguntas.

—Aquí—Lisa señaló el letrero sobre la puerta. Jennie aplaudió y se sentó en una de las sillas negras. Lisa se sentó al lado de ella, sacando su teléfono y entregándole a Jennie uno de sus audífonos.
               
Las chicas escucharon música mientras esperaban para abordar su avión. Unos veinte minutos más tarde, ella fue empujada por una Jennie emocionada, que estaba ansiosa por conseguir un asiento en la ventana.