Blue (Jenlisa)

Capítulo 4

Jennie frunció las cejas. Esto no se ve bien. Ella giró alrededor delante del espejo y resopló.

—No eres bonita—afirmó, tirando del vestido por la cabeza y arrojándolo a un lado. Sus ojos se posaron en el vestido amarillo pastel colgado en el armario, pero se obligó a apartar la mirada. Era brillante. Eso no era normal. Lisa quería que ella fuera normal.

Después que Lisa se había ido la mañana siguiente, Jennie inmediatamente se encerró en el dormitorio y comenzó a practicar. Practicar para ser normal.

Jisoo había dicho que las parejas "normales" iban a la fiesta. Así que Jennie tenía que ser normal. Eso es lo que Lisa querría.

La chica más pequeña buscó de nuevo en el armario. Decidió que no quería usar un vestido. Eso estaba bien. La gente normal podría llevar faldas también.

Jennie sacó su falda púrpura favorita del armario y se la puso. Ella sonrió feliz a sí misma en el espejo, satisfecha con su reflejo. Después de encontrar un top blanco, Jennie se estudió en el espejo. Ella parecía normal.

Por suerte, había observado a Lisa hacer su cabello las veces suficientes para saber lo que tenía que hacer. Caminó por el pasillo y encontró la botella de spray de color rosa que la chica alta siempre utiliza. Jennie le dio la vuelta en sus manos, frunciendo las cejas cuando se dio cuenta que no estaba segura de cómo usarlo.

Unos segundos más tarde, ella estaba tosiendo y escupiendo la sustancia en el fregadero. Bueno, al menos aprendió a cómo usarlo.

Después de limpiar su cara con una toalla, Jennie roció el producto en su cabello un par de veces y dejó la botella. Estudió su reflejo con atención mientras pasaba los dedos por su cabello un par de veces.

Todo lo que quedaba era el maquillaje. Esta era la parte de la que no estaba segura. Recordó a Lisa usando un bolso negro de los cajones. Jennie se arrodilló, para agarrar la bolsa de maquillaje y vaciar su contenido sobre el mostrador.

La chica más pequeña de inmediato agarró un contenedor colorido, luchando para destaparlo. Sin embargo no sabía su propia fuerza, porque una vez que finalmente consiguió abrirla, pasadores salieron volando cayendo en el suelo.

—Shhh—susurró Jennie, agachándose y comenzando a recoger todas las piezas pequeñas. Cuando se puso de pie con sus manos llenas de pasadores, casi perdió el equilibrio cuando se encontró cara a cara con Rosé.

—¿Qué estás haciendo?—preguntó la chica neozelandesa, levantando una ceja ante el atuendo de Jennie.

—Yo...—Jennie negó con la cabeza, derramando los pasadores de nuevo en el recipiente pequeño—Me estoy preparando.

—¿Para qué?—preguntó Rosé. Jennie hizo un gesto a su atuendo y sonrió.
                   
—La fiesta—tarareó, volviéndose hacia el lavabo y estudiando los productos de maquillaje que había colocado sobre el mostrador—Lili y yo vamos a ir.

—¿Sabe Lisa esto?—Rosé rió suavemente, pasando a Jennie y sentándose en el borde de la bañera. Jennie frunció las cejas y se encogió de hombros.

—Lo hará cuando regrese—Jennie se rió y levantó una brocha de maquillaje. Inclinando la cabeza hacia un lado, la chica más pequeña estaba confundida.

—No sé lo que estoy haciendo—Jennie confesó, dirigiéndose a Rosé y sosteniendo la brocha. La otra chica se rió, levantándose y sacudiendo la cabeza.

—En primera tu no tienes que utilizar eso—ella tomó el cepillo de Jennie y lo puso de nuevo en el mostrador—No necesitas una gran cantidad de maquillaje.