Capítulo 14

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—Ven, Li—Jennie se quejó, tendiéndole la mano y tratando de tirar de Lisa adentro del cuarto de baño. La chica de pelo rubio solo se mordió el labio y se mantuvo firme.

—Tienes que ducharte—Lisa retiró la mano y sacudió la cabeza—Voy a estar al otro lado del pasillo cuando termines.

Jennie se mordió el labio inferior y negó con su cabeza, lo que provocó que pequeñas partículas de harina cayeran al suelo alrededor de sus pies. Lisa miró hacia sus manos, que eran prácticamente fantasmales llenas de polvo blanco.

—Tú también estás hecha un desastre—dijo Jennie suavemente, extendiendo su mano y agarrando la mano de Lisa una vez más—¿Por favor?—levantó su cara esperanzada, mirando a los ojos de Lisa.

—Jennie, yo—comenzó Lisa, pero perdió sus palabras cuando Jennie dio un paso hacia ella y tiró del dobladillo de su camisa.

—Es solo una ducha—Jennie negó y empezó a jugar con el dobladillo de la camisa de Lisa alrededor de sus dedos—Necesitas limpiarte—dijo en voz baja. Buscando la aprobación de la chica rubia, Jennie comenzó lentamente a levantar la camisa de Lisa—Te amo. No estés asustada.

Sentía su respiración en la garganta, Lisa se encontraba cada vez más nerviosa. ¿Nerviosa? ¿Nerviosa por qué? Ella se maldijo internamente. Era Jennie. No debería de estar tan aterrada de estar tan... expuesta.

Con un suspiro profundo, dio un paso hacia el baño y cerró la puerta detrás de ellas. Jennie tomó esto como una señal para continuar, y levantó la camisa de Lisa. La chica de pelo rubio llevó sus brazos sobre su cabeza y permitió que Jennie sacara el material de su torso.

Estuvieron en silencio durante unos momentos mientras Jennie paseaba sus ojos sobre la figura de Lisa, familiarizándose con la piel recién expuesta. Lisa contuvo el aliento.

—Bonita—Jennie murmuró, dándole a Lisa una tímida sonrisa antes de pasar sus dedos por el cabello de la chica.

Lisa exhaló lentamente, empezando a calmarse. Era Jennie. Ya ella misma se había expuesto a la chica emocionalmente. Esto era solo el siguiente paso, tan inocente como podía ser.

—Aquí—susurró Lisa, jalando suavemente la parte inferior de la sudadera con capucha de Jennie hacia arriba—¿Está bien?—preguntó con nerviosismo antes de morderse el labio. Observando a la chica más pequeña, tirando suavemente del material.

—Sí—Jennie se rió en voz baja, sintiendo la ansiedad de Lisa. Ella levantó los brazos mientras Lisa sacaba el material sobre su cabeza y lo dejaba caer al suelo. Una vez que su torso se expuso, Jennie se volvió hacia el espejo y se pasó las manos por encima de su clavícula.

—Estoy limpia—dijo Jennie en voz baja, que se estudiaba a sí misma en el espejo. Paso sus dedos sobre su propio hombro, casi como si tuviera temor de tocar su propia piel. Lisa la miró confundida.

—Pensé que el punto de tomar una ducha es para estar limpio—Lisa se rió nerviosamente, sin saber a lo que Jennie se refería. La chica más pequeña se limitó a sacudir la cabeza, agarrando la mano de Lisa y colocándola en su hombro encontrándose con su clavícula.

—No de esa manera—Jennie negó con la cabeza suavemente—Mi piel. No hay moretones. No estoy herida—lentamente movió la mano de Lisa a su hombro.

La chica de ojos mieles estudió la piel de Jennie por un momento antes de asentir con suavidad. Estaba llena de una mezcla de adoración e ira. Ira de que alguien alguna vez hirió a Jennie.

—Y tengo la intención de asegurarme de que se quede de esta manera—dijo Lisa en voz baja después de unos minutos de silencio. Ella alzó sus dos manos y las recorrió por los brazos de Jennie, hasta llegar a entrelazar sus dedos—Ahora estás a salvo. Nadie va a poner una mano sobre ti.

Blue (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora