Blue (Jenlisa)

Capítulo 26

Los ojos de Lisa se abrieron a la mañana siguiente para encontrarse cara a cara con el conejo de peluche de su hermana menor. Ella arrugó la nariz, dando vuelta y cerrando los ojos una vez más. Unos momentos más tarde, sus ojos se abrieron de golpe cuando se dio cuenta de que faltaba alguien. Jennie.

Lisa se incorporó rápidamente y se pasó una mano por su cabello despeinado. Recorrió la habitación, no viendo señal de Jennie. Justo cuando ella se movió para bajarse de la cama, oyó una risa. Levantando una ceja, escuchó en silencio. Podía distinguir la risita suave de Jennie.

Lisa puso los ojos en blanco, bostezó y estiró los brazos. Miró a Maggie, que seguía profundamente dormida debajo de las sábanas. Por supuesto, las dos durmientes ​​serían las últimas en despertar.

—Mags—susurró Lisa, dándose la vuelta y tocando el hombro de la pequeña rubia—Maggie, es hora de levantarse—se rió. La pequeña niña parpadeó un par de veces y se sentó.

—¿Ya es por la mañana?—Maggie abrazó su conejo a su pecho y miró alrededor de la habitación.

—Sip—Lisa asintió, rodando fuera de la cama y peinando con los dedos su cabello en el espejo—Todos los demás ya están abajo.

—¡Vamos!—Maggie sonrió, saliendo de la cama y jalando de la mano de Lisa. La chica de ojos mieles estaba prácticamente siendo arrastrada por las escaleras, finalmente liberando su mano de la niña más pequeña una vez que llegaron a la sala de estar.

Ella levantó una ceja al ver a toda su familia apretada en el sofá. Jennie estaba sentada en el suelo delante del televisor, observándolo atentamente. Antes de que Lisa pudiera preguntarle qué estaba haciendo, ella fue abordada en un abrazo por Bambam y Minnie.

—Tú ya estabas dormida en el momento en que regresé—Minnie puso mala cara una vez que se apartó del abrazo—Te eché de menos.

—Yo también te extrañé. Pero estoy aquí ahora—Lisa se rió. Ella levantó una ceja al oír a Jennie y a sus padres reír por algo en la televisión.

—¿Qué están viendo?—preguntó Lisa, mirando hacia sus hermanos. Minnie y Bambam sonrieron y se miraron.

—¿Qué?—Lisa se rió nerviosamente, renunciando a obtener una respuesta de ellos y haciendo su camino a la sala de estar—Tienes que estar bromeando.

—Tú eras linda, Li—Jennie se rió, saltando sobre sus pies y caminando hacia su novia—¿Ves? Eras linda—señaló a la pantalla, donde se estaba reproduciendo un video de Lisa siendo un bebé.

—Vamos chicos—Lisa miró a sus padres, señalando a la pantalla—¿De verdad?

—Jennie la escogió—su padre se rió entre dientes, levantando sus manos como si se estuviera rindiendo. Lisa rodó los ojos.

—Y se supone que debo creer eso—arrugó la nariz, volviendo a Jennie y arreglando el beanie torcido en su cabeza—¿Cómo dormiste?

Jennie se encogió de hombros y miró hacia sus pies, sintiéndose incómoda hablando de sus pesadillas delante de alguien además de Lisa. La chica de ojos mieles captó rápidamente y sacudió la cabeza, plantando un beso en la mejilla de Jennie.

—¿Qué tal si tomamos el desayuno?—Lisa se movió rápidamente hacia el televisor y lo apagó antes de que pudieran protestar. Jennie puso mala cara, pero Lisa la distrajo al tomar su mano y llevarla a la cocina.
                   
Después de que Jennie hiciera una demostración al resto de la familia de cómo podía romper un huevo, su padre les hizo a todos waffles con chispas de chocolate. Lisa notó cómo Jennie todavía no comía tanto como de costumbre. Esperaba que eso se terminara ahora que no estaba tomando el medicamento.