Blue (Jenlisa)

Capítulo 19

Lisa se despertó a la mañana siguiente con el sonido de "Twinkle twinkle little star" repitiéndose. Girándose, se frotó los ojos y examinó la habitación, viendo la pequeña figura de Jennie. La chica de ojos mieles bostezó y se deslizó fuera de la cama, caminando y sentándose al lado de su novia.

Jennie saltó cuando se dio cuenta de que Lisa estaba despierta. Rápidamente movió sus manos lejos de las teclas y se frotó los ojos. Lisa se dio cuenta de inmediato de que algo andaba mal.

—¿Qué pasa?—Lisa preguntó con preocupación, buscando la mano de Jennie y entrelazando sus dedos. La chica más pequeña la miró nerviosamente.

—Tuve una pesadilla—susurró Jennie, bajando su cabeza. Los ojos de Lisa se abrieron.

—Pensé que se habían ido—le respondió en voz baja, alcanzando y ahuecando la mejilla de su novia.

—Yo también—Jennie suspiró.

—Despiértame la próxima vez, ¿de acuerdo?—Lisa pasó su pulgar por la mejilla de Jennie. Odiaba la idea de que Jennie despertara con una de sus pesadillas y estuviera sola. La pequeña chica asintió suavemente, pasando rápidamente hacia adelante y apoyando la cabeza en el hombro de Lisa.

—Si te hace sentir mejor, vamos a ir por tu regalo hoy—Lisa susurró antes de besar la frente de Jennie. La pequeña chica se quedó sin aliento, luchando por ponerse en pie.

—¿En este momento?—Jennie preguntó con los ojos muy abiertos. Lisa no pudo evitar sonreír.

—Tan pronto como estés lista—la chica de ojos mieles lentamente se puso de pie.

Jennie agarró una muda de ropa y corrió al cuarto de baño para vestirse. Atontada, Lisa se cambió a un suéter grueso y pantalones.

Después de que las chicas comieran su desayuno y terminaron de prepararse, Jennie prácticamente arrastró a Lisa a su coche. A medida de que salieron a la calle, Jennie comenzó a interrogar a la chica rubia.

—¿A dónde vamos?—Jennie inclinó la cabeza hacia un lado, viendo como Lisa giraba en una dirección que nunca había conducido antes. La chica de ojos mieles se echó a reír, sacudiendo la cabeza.

—No puedo decirte todavía, boba, eso arruinaría la sorpresa—Lisa levantó una ceja. Jennie puso mala cara.

—¿Puedo tener una pista?—la pequeña chica miró a Lisa con esperanza, solo para gemir de frustración cuando Lisa negó con la cabeza.

—Paciencia—Lisa se rió. Jennie giró los ojos juguetonamente, conformándose apoyada contra la ventana y viendo cómo se movían más y más cerca a su destino.

La chica más pequeña se confundió más cuando Lisa se detuvo en un pequeño aparcamiento al lado de un edificio de ladrillo.

—Estamos aquí—sonrió, aparcando el coche y arrastrándose fuera del asiento del conductor. La chica de ojos mieles giró a la parte trasera del coche, agarrando un soporte de plástico pequeño. Jennie lo estudió confundida.

—¿Qué es esto?—preguntó Jennie, colocándose al lado de Lisa y apuntando al soporte.

—Ya verás—Lisa se rió. Jennie gimió, pero con ánimo pronto siguió a Lisa al interior del edificio.

—Cierra los ojos—la chica de ojos mieles instruyó. Jennie levantó una ceja, pero decidió no cuestionar la petición de Lisa. Tan pronto como ella se tapó los ojos con las manos, sintió una pequeña mano en la espalda, conduciéndola.

Con cuidado, ella permitió que Lisa la condujera por lo que parecía ser un pasillo. Cuando dejaron de caminar, se mordió el labio.

—Abre los ojos—susurró Lisa, deslizándose junto a Jennie para ver su reacción. La pequeña chica dejó que sus manos cayeran a los costados, estudiando la habitación en frente de ella.