Blue (Jenlisa)

Capítulo 2

—Vamos—Lisa dijo en voz baja, mirando como Jennie brincaba alrededor de la habitación en un pie, tratando de ponerse sus zapatos. La chica más pequeña se rió y volvió a caer en la cama, finalmente poniéndose el segundo zapato.

—¿A dónde vamos?—preguntó Jennie, inclinando la cabeza hacia un lado. Miró inquisitivamente a sus cordones de los zapatos antes de mirar a Lisa.

—Al centro comercial—Lisa le informó, agachándose para anudar los cordones de Jennie—Necesitas zapatos nuevos. Y ropa.

—¿Lo necesito?—Jennie frunció las cejas, mirando hacia sus zapatos. Parecían perfectamente para ella.

—Prácticamente tienes agujeros en esos zapatos—Lisa se rió, poniéndose de pie e indicándole a Jennie para que la siguiera—Además, necesitas un abrigo para el invierno. Aunque es enero, no parece que se vaya a terminar pronto.

—Oh—Jennie asintió y estudió la cara de Lisa—Estás enojada conmigo.

Ahora fue el turno de Lisa para confundirse.

—¿Enojada?—levantó una ceja—¿Qué te hace pensar que estoy enojada contigo?

—Yo estaba mal—Jennie negó con la cabeza y siguió a Lisa por el estacionamiento. Una vez que llegaron al coche, la chica más pequeña suspiró suavemente y ella misma abrochó el cinturón de seguridad en el asiento del pasajero.

—¿Estás hablando de anoche?—Lisa preguntó mientras salían de la zona de aparcamiento. Jennie asintió vacilante.

—Lo arruiné—Jennie arrugó la nariz—¿Por qué soy así?

—Porque tú eres tú—Lisa se encogió de hombros y se estiró para entrelazar sus dedos. Ella no iba a negar que Jennie era diferente. La chica ya lo sabía. Lisa sólo quería asegurarse de que Jennie no le debía una disculpa a nadie por la forma de ser.

—Y soy estúpida—Jennie murmuró, sacudiendo la cabeza y mirando hacia abajo.

—Nini...—Lisa suspiró—No eres estúpida—esta conversación se había convertido recurrente últimamente.

—Pero yo no...—Jennie se quejó y apartó la mano de Lisa—No quiero hablar ahora—murmuró, sacudiendo la cabeza y presionando su frente contra la ventana.

Suspirando, Lisa regresó su mano de nuevo al volante. No estaba segura de que nada de lo que había dicho haría que Jennie creyera en ella.

El resto del viaje fue prácticamente silencioso. Jennie no entendía la tensión entre ellas. ¿Lisa estaba enojada con ella? La chica había estado molesta con ella la noche anterior.

Jennie cerró los ojos. Todo el mundo debe estar molesto con ella. Ellos no entendían. Ella respiró hondo, como le habían enseñado a hacer cuando se sentía ansiosa.

—Estamos aquí—dijo Lisa suavemente, estacionándose en una plaza de aparcamiento libre. Jennie levantó la cabeza y estudió el gran edificio en frente de ellas. De repente se sintió cada vez más nerviosa.

En el momento en que ella se bajó del coche, corrió hacia el lado de Lisa y se aferró a su antebrazo. Lo último que quería era estar separada de la otra chica. Lisa era su salvaguarda, su seguridad. Sin ella, todo era diez veces más aterrador.

Lisa miró a Jennie, mordiéndose el labio mientras conducía a la chica más pequeña por el centro comercial.

—No iré a ninguna parte, Nini—se rió en voz baja. Jennie la miró y Lisa podía ver el nerviosismo en sus rasgos.

—Vamos, no hay mucha gente aquí—Lisa empujó a ambas en la primera tienda de ropa que encontró. Jennie se relajó un poco, siguiendo a Lisa cuando ella comenzó a buscar a través de los vestidores de ropa.