primer celo. pt 2

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Mina mira los ojos de su novia, brillantes y emocionados, como si estuviera apunto de cometer una travesura. Esos mares de miel que aparecen en cada uno de sus sueños y en cada uno de sus deseos, esos orbes que la desestabilizan, aquellos que la hacen enloquecer y amar profundamente, aquellos que la hacen olvidar todo, aquellos que la hacen querer adorarlos toda su vida.

La menor lleva su mano hacia la mandíbula ajena y la acerca hacia ella para que sus labios puedan unirse como uno mismo, sus belfos se mueven lentamente, con calma y desbordante pasión que hace que sus corazones encuentren la calma que tanto llevan anhelando. Mina se separa apenas unos milímetros y deja un beso en la punta de su nariz solo para ver como las comisuras de Nayeon se alzan.

—Tengo miedo.—Admite ella con voz aterciopelada.

La omega asiente mientras deja caricias por toda la extensión de la mejilla de su novia.

—Lo sé, mi amor. Yo también lo tengo. —Murmura buscando su mirada.—Vayamos con calma, ¿si? Nadie nos apresura y nosotras hacemos nuestras propias reglas.

La alfa suelta una pequeña sonrisa y vuelve a unir sus labios en un beso dulce.

Mina se posa sobre el cuerpo de su chica, sintiendo los nervios a flor de piel a la par que Nayeon abre sus piernas para que pueda acomodarse mejor. En cuanto su rodilla hace contacto con su centro la mayor deja salir un gemido que hace que la sangre que circula en el cuerpo de la alfa tome dirección hacia el sur.

La menor toma las manos de Nayeon y las une con las suyas para después descender un poco hasta poder tener sus belfos en un baile lento y lleno de amor.

Mina finalmente rompe el beso para guiar a sus labios a dejar un rastro de ellos por toda la extensión de aquella piel de porcelana, ella pasa su lengua por el cuello contrario, sintiéndose como una total enferma mental por encontrar notas deliciosas en el sudor de su amante. Pero tampoco se mortifica, no cuando las delgadas manos de su novia se enredan en su corta melena negra y dejan caricias por toda su nuca al mismo tiempo que leves jadeos resuenan y le nublan la mente.

Ella solo quiere hacer sentir bien a Nayeon. No le importa nada más, ¿alguien se está desangrando? Bien, mientras no manche su alfombra favorita, ¿su anime favorito tendrá otra temporada? Genial, luego le dará un vistazo, ¿Ray ha hecho un desastre? Excelente por él, ahora mismo no es su problema. Al menos no cuando el sabor de la piel ajena es tan deleitable y ella está tan hambrienta.

Mina vuelve a bajar, encontrándose con un par de nuevos montes los cuales parece ser que se convertiran en sus dos nuevas cosas favoritas. Su lengua pica por la necesidad de lamer, por lo que no lo piensa mucho y guía su músculo hacia los pezones erectos de la omega, sonriendo de forma engreída al oír aquel gemido.

—¡Mina!

La mencionada se aleja y cruza su mirada con la contraria. —¿Qué sucede, nena? ¿Qué es lo que quieres?

Las mejillas sonrojadas de su novia se tornan aún más rojas ante el tono ronco y sucio que se arrastra en las palabras de la menor, aquellas manos se dirigen hacia la mandíbula ajena y la empujan hacia sus pechos.

—Tsk. Tsk. Tsk.—Ella niega con la cabeza mientras hace ese ruido con la lengua, en un movimiento rápido toma ambas manos de Nayeon y las coloca sobre su cabeza. —Qué niña tan mal educada tenemos aquí, ¿qué acaso no te enseñaron el significado de la palabra “por favor”?

La mayor deja salir un suspiro.

A ella le gustan todas las versiones existentes de su novia, es imposible no hacerlo. Adora a la Mina juguetona, a la Mina cursi que nunca deja de admirarla, a la Mina enojada luciendo tan sexy como siempre o incluso a la Mina nerviosa e insegura. Cada Mina que alguna vez conoció la adoro con todo el corazón, pero Dios... esta nueva Mina es todo lo que rogó en sus momentos de mucha calentura.

goma de mascar.  ;  m. nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora