kim dahyun.

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si, no estás viendo mal. por fin un nuevo cap de goma de mascar.

Mina frunce el ceño al abrir de forma torpe los ojos, las cortinas no se encuentran en su habitual lugar y por ende toda la luz de los rayos del sol y el brillante cielo azul le pegan en la cara sin cuidado alguno

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Mina frunce el ceño al abrir de forma torpe los ojos, las cortinas no se encuentran en su habitual lugar y por ende toda la luz de los rayos del sol y el brillante cielo azul le pegan en la cara sin cuidado alguno.

Sus párpados aún adormilados se vuelven a cerrar para intentar bloquear aquella fuente de iluminación. Gruñe mientras se mueve por toda la cama para meterse en su lugar favorito, el hueco entre el cuello y los hombros de su chica. Frunciendo sus labios al no sentir el caliente cuerpo ajeno, su cerebro obliga a su vista a enfocarse y empezar la búsqueda de un cuerpo femenino no muy alto.

Escucha un ruido en el baño y asiente antes de volver a quedar dormida.

—Despierta ya, dormilona...

Una dulce voz, tan exquisita como la miel se le cuela por los oídos. Una sonrisa se expande y sus brazos se mueven a ciegas para apretar a Nayeon contra su pecho. El chillido que pega la omega es más que suficiente para que una risa sea todo lo que se escuche en la habitación, claro está, además de los golpes y quejidos ajenos.

Sus ojos finalmente salen de su celda, permitiéndose hacerlo solo para que lo primero que la reciba sea el sonrojado rostro de su amada.

Una vez sus miradas se unen es como aquella ocasión en el parque. Solo ellas dos, nadie más. Un par de corazones latiendo a ritmo de un corredor, la sangre corriendo por sus venas para hacerles saber que están vivas y que estar junto a lo que ellas piensan que es el amor de su vida no se trata de un sueño ni mucho menos de una de las tantas pesadillas que las persiguieron por tanto tiempo.

—Buenos días, Minari. Sigues tan hermosa como ayer.

Mina lo intenta. De verdad lo hace, sabe que besar a Nayeon con ese aliento de oso no es lo más deseable ni lo más agradable, pero esa frase le derrite todo sentido común existente. Le demuestra lo mucho que la aprecia con una de las tantas forma que conoce, con un beso que pueda decir todo lo que su cerebro aún no decifra en palabras.

Al contrario de lo que creyó que pasaría (su novia empujándola y diciéndole que vaya a lavarse los dientes antes de siquiera intentar algo con ella) Nayeon la recibe gustosa, cómo si de hecho, la estuviera esperando por una década. Le devuelve el beso con fervor, con una emoción tan descuidada que solo significa que lo estaba deseando.

Al cabo de unos cuantos minutos y unos toques de labios-contra-labios Nayeon parace notar que el tiempo ya se ha acabado.

Son las siete de la mañana del día lunes, lo cual significa que ya deben volver a su vida normal.

Desafortunadamente.

—Minari...

Murmura antes que la hambre de la mencionada robe sus palabras una vez más.

—Vamos Myoui. Se nos hará tarde.

Un bufido es lo que obtiene de respuesta.

Bien, no quiso hacerlo tan temprano pero tendrá que usar armas más fuertes.

goma de mascar.  ;  m. nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora