13. Ganador inesperado

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Noah Bowers.

Le acaricio su espalda suavemente, le muerdo el labio inferior haciendo que provoque en ella un sensual jadeo de placer. Ella se aferra más a mi creando puños en mi playera cuando su lengua se adentra en mi boca.

Ojalá sea Aila la que esté así conmigo...

Ella es Dú, una chica que Siempre ha estado conmigo desde que... Bueno, pasó algo que prefiero no decir en estos momentos. La sigo besando con los párpados cerrados, imaginando sus embelesantes ojos grises, esa boquita tan inocente, ese cabello largo y lacio.

Siento una calentura por todo mi cuerpo cuando llega a mi memoria la mañana del domingo en el taller con ella, doy un jadeo pequeño abrazándola más a mi.

Quiero que sea ella.

Quiero besarla.

Sentirla.

Quiero de todo con ella y no puedo.

No puedo.

Lo peor de todo es que no se ni por qué.

Yo fácilmente puedo conquistarla con unas cuantas palabras, pero no... Me gusta analizar cada detalle de sus gestos, cada mueca, cada sonrisa, cada espacio de su piel, quiero que sea solo para mí.

Su inteligencia es impresionante, su sinceridad me encanta, mientras que su toque dulce de inocencia me mata.
Apreto los ojos con fuerza imaginandola.

No se por que me alargo en conquistarla, si fácilmente podría decirle unas cuantas cosas y ya ! Eso es todo... Pero no, tiene que tener unos hermosos ojos grises al cual veo todos los días de mi existente vida.

Debo de admitir que me gusta verla así, ansiosa, porque en aquel momento en donde besé su mentón, estaba loca por que yo la besara, y eso es un punto a mi favor.

Pero Ella sin nisiquiera provocarme me tiene ansioso por besarla.

Tengo mi lado pervertido, a pesar de que soy amante del silencio. Puedo a veces gritar con todas mis fuerzas, pero no utilizando mi boca...

Porque para hablar, no necesariamente tienes que emitir un sonido.

Los hechos hablan por sí solos.

Siento pasos a lo largo del pasillo, abro los ojos para ver y por inercia aparto a Dú de mi cuerpo

-Aila...

Allí está ella, hipnotizada con lo que está viendo.

Abro los ojos de lo más normal, paso saliva en silencio, no tengo nada que decir.

Y se va azotando la puerta con fuerza.

Dú no le hace caso y posa sus manos en mi pecho, se inclina hacia a mi para besarme pero la evito.

-Me tengo que ir.

Es lo que le digo, camino a zancadas peinando mi pelo hacia atrás, recogiendo pasciencia de donde no la tengo.

No tengo oportunidad con ella, no se qué decirle.

Al salir del baño, el imponente sol se estampa en mi cara, sigo caminando hasta detenerme en medio del terreno, veo a Aila caminando hacia el otro lado, con la cabeza gacha.

La sigo, pero me detengo en el momento que me doy cuenta de que llega hacia la otra chica que está con ella.

Gisel.

Las dos se encaminan a salir y dejo de seguirla.

De la casita de cemento que hay del otro lado salen los chicos ya vestidos de uniforme, voy hacia ellos pero una mano toca mi hombro por detrás.

Amargos Delirios ✔️© [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora