—¿Seguro que quieres quedarte?
—Esta bien... Es un momento entre tu y ella. Ve—Sonrío dándole en el hombro—Anda, no me voy a escapar.
Me da un beso casto y abre la puerta del carro para salir, se asoma a la ventana y me guiña el ojo.
Veo como rodea el auto para llegar hacia la gran puerta en donde presuntamente reside su madre.
Dos semanas después, ha decidido ir a ver a la casa de ella. Que es en donde estamos ahora, bueno... Yo adentro de la Hilux y él tocando la puerta de su madre, desde que se puso a manejar está nervioso, no dejaba de apretar el volante, o de moverse en el asiento.
Mi teléfono empieza a sonar anunciando una llamada y al ver la pantalla Enarco una ceja, descuelgo llevandomelo a la oreja.
—¿Aila?
—Hola, Iván...—Miro como una señora mayor es quien recibe a Noah, él pasa y se cierra la puerta. Dejándome en incógnita. La última vez que nos vimos fue en el hospital, en donde me pase al decirle que estorba. Le debes una disculpa—Iván, discúlpame por... Haber dicho lo que dije en El hospital, estaba en un mal momento y no pensé en lo que decía.
—No te preocupes. Todo está bien, no importa... ¿Cómo está María?
—Bien, ha estado en reposo y cumpliendo con la medicación.
—¿Estás en tu casa?
No, en la casa de mi suegra.
—No, Estoy ocupada.
Oh. Bueno, lo decía porque quería hablar contigo, tengo algo para mostrarte.
¿Qué Será?
—Podríamos dejarlo para otro día.
—¡En el parque!—Me dice de inmediato.
—Bien. En el parque, pero. Te aviso cuando podré estar libre.
—Me parece perfecto. Oye, he escuchado tu programa en la radio y quería decirte que eres una excelente locutora.
Sonrío, reposando en el espaldar del asiento.
—Gracias.
—Entonces... Te llamo luego, adiós.
Oigo el pitido que anuncia el final de la llamada y me quedo esperando que salga Noah de la casa por un buen momento, pero no lo hace. Así que decido llamar a Gisel para no aburrirme. Lo pongo vía WhatsApp dando una videollamada, al instante que responde se escucha una voz que conozco muy bien.
—¡Oohh—-Alzo las cejas de arriba hacia abajo rápidamente, veo A Oliver sonreír y Gisel darle un besote en la mejilla—Se estaban dando cariñito e interrumpí a los tortolos, ok... Mejor cu...
—¡No, no, no!—Me detiene Oliver—¿Cómo crees? Gisel y yo, nada que ver... Estoy de visitas—Ella posa su mentón en el hombro del chico y me dice alegre:—¡Me trajo flores!
Oliver sonríe bajando la cabeza y yo niego divertida.
—Son la pareja del año.
—Ehm... Me tengo que ir—Me doy cuenta de que están en un sofá al ver que Oliver se levanta, le da un beso a Gisel y se despide con la mano, mi amiga se queda mirando del otro lado y al escuchar la puerta cerrarse, se gira hacia mi con una gran sonrisa plasmada—¡Me trajo flores!
Río a carcajadas viendo como Gisel esta de lo más Feliz, me enseña un ramo de tulipanes blancos y la pantalla se sacude mostrando su casa.
—Estoy taan Feliz... ¿Y tú?—Me inquiere.
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Amargos Delirios ✔️© [Editando]
Teen FictionEscribo esta carta con lágrimas en los ojos, extraño cada momento contigo, nombrandote ante la soledad, tal vez delirando. Delirando cada momento Agridulce... O amargos, porque después de todo, no termine a tu lado. Así que, serían amargos delirios...