22. un mal partido

36 6 2
                                    

Me quedo con la boca abierta.

—Adiós.

Noah sale de la casa rozando su hombro con el de Iván, él se tensa en el acto apretando su mandíbula, mirándome con una expresión que detona todo menos alegría.

El pasa dentro cerrando la puerta tras de el, sus ojos se cristalizan.

Silencio por un buen momento, arruga los pómulos frunciendo sus labios un poco.

—Me pediste tiempo...

—Iván, yo...—No tengo palabras.

—¿Tú que...?—Se acerca a mi con expresión de tristeza—Aila, querías tiempo. Te estoy esperando como un idiota y tu estás encerrada sola con un tipo que te vi hace días cerca de él... ¿Son algo?

Me quedo callada mirándolo.

—Responde Aila—Habla firme—¿Son algo?

—No lo sé—Inclino la cabeza un poco hacia abajo.

—¿Se han besado?

—Iván, no es necesar...

—¡¿Se Han Besado?!

Asiento.

—¿Se lo negaste? ¿Como lo hiciste conmigo?—Ensancha sus fosas nasales cuando no respondo, después de un corto momento sigue:—Estaba inseguro ¿Sabes? Inseguro de tí... Pero ahora me doy cuenta que te aprovechas.

—No—En seguida le miro a los ojos—Iván no es asi.

—¿Ah, no? ¿Entonces como es que tienes algo con él y no me dices nada? Me dejas esperando por ti... ¡Tienes mi número! ¡Sabes dónde estoy! ¿Por qué no vienes y me lo dices? ¿Tanto te hice daño, para que me pagaras con la misma moneda?

Iván sigue siendo el sentimental de siempre. Porque ahí está, llorando por lo bajo tratando de mantener su postura. Una vez que te conviertes en alguien especial para el, tienes que ser cuidadoso. Iván muestra que es un hombre de verdad haciendo su vida, muestra que es el chico simpático haciendo chistes a sus amigos.

Pero la verdad es, que sus sentimientos, son delicados.

—Te dije que no tengo nada con...

—¿Y que hacía aquí? ¿Que hacía tan cerca de ti aquel día? Aila...—pasa sus manos desde la frente hasta la nuca, botando aire por la boca con las mejillas infladas, mirando a todos lados en busca de no llorar—Aila... Yo, no puedo creer esto—Sonríe irónico—O sea. ¡6 benditos años sin verte y mis ilusiones contigo siguen intacto! ¡Resulta que cuando vengo, me dice que le de tiempo! ¿Y para qué?—A zancadas esta frente a mi, su rostro centímetros del mío, pero no está vez para lo que están pensando, si no para restregarmelo—Para estar con otro mientras yo soy el idiota al final del túnel...

Se va hacia la puerta sin antes sacar de su bolsillo una hoja doblada en 4.

—Tu decides si irás o no... Quiero que sepas que no voy a intentar sacarte de mi cabeza Aila Redmond, porque estoy más que seguro que ese burgués te lastimará como yo te lastimé a ti, y no volverá para pedirte pedirte perdón.

En seguida, lo miro confusa.

—Si, Aila... Mira, desde que llegué a Francia he estado perturbado con pedirte perdón, La principal razón de estar aquí es por ti. Tenía pensado buscarte, pero te encontré apenas llegué, y ahora estás con alguien que es un pobre hombre.

—Tú no conoces a Noah—Paso saliva sintiendo el ardor en mis ojos y el nudo en mi garganta.

—Y yo estoy seguro de que tú, tampoco.

Amargos Delirios ✔️© [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora