Fria oscuridad {Jack Frost x Pitch Black}

[11] Si tu no estas

Picth estaba sentado con las piernas cruzadas sobre la grama, su mente vagaba en la idea de que el joven guardian llamado Jack Frost no volviera a el, un sentimiento de abandono lo tenía ahogado en un mar oscuro de malos pensamientos.

El motivo de porqué Jack se quedaba con el lo tenía mal, no podía creer que su apegos al chico fueran los primeros indicios de el sentimiento llamado "amor", por eso fue que pudo seguir adelante, cada vez que tenía una práctica no perdía el control por pensar en las palabras de aliento y las acciones que había tenido el chico en su corazón.

Pitch se dió un palmazo en la frente, estaba confundido, su apego era gratitud, no podía ser más nada, la idea de que se hubiera centrado en el joven tan solo por haberlos sacado de su miseria no tenía sentido, se suponía que las personas o los seres se enamoraban por medio de vivencias que pasaban juntos, las situaciones en común que tuvieran juntos, y ellos solo tenían menos de una mes pasando tiempo de calidad como compañeros de entrenamiento, eso era todo.

Aunque algo más allá de una simple idea de apego no podía evitar dejar de pensar en el joven guardian, sin duda se estaba partiendo la cabeza pensando en algo que talvez no podría pasar nunca y eso era en el desarrollo de una relación más allá que solo amigos, había otro detalles en ello, los dos eran hombres, era verdad que estaban en un siglo diferente, pero el nunca se sintió atraído por un hombre.

En ese momento donde se sentía más perdido vio como Jack llegaba, estaba cubierto de fango, sin dejar de mirarlo vio como el guardian se quitó el suéter que tenía, su blanca espalda quedó expuesta y el coco solo aparto la mirada, se levantó de su sitio quitándose la gran gabardina que tenía y le llegaba a los tobillos colocándola sobre los hombros del más bajo quien volteo sorprendido.

—¿Que has hecho estos dos días?— pregunto curioso el chico sentado en el suelo.

—He estado pensando sobre lo que dijiste, y ya tengo control total sobre las pesadillas—dijo por lo bajo tratando de no voltear la mirada.

—Ya veo, me alegro por eso, ¿Y como va tu control del poder que me dijiste la otra vez?—dijo el menor para referirse a su poder "cósmico".

—Voy bien, todavía no puedo pasar esa parte tan oscura, siento que si voy más allá me perdería—dijo el coco para morderse una uña.

—¿Que ocurre?—dijo el guardian levantándose—Te noto extraño.

—¿Que pregunta es esa?—replicó el más alto para alejarse— Después de lo que dijiste el otro día ¿piensas que solo lo ignore?

—No, solo no des muchas vueltas al tema— dijo el más bajo de cabello blanco.

—¿Por qué no?—dijo Pitch acercándose a Jack— Es algo serio, para alguien como yo.

Jack se quedó un poco serio con el tema, había estado los últimos dos días tratando de ignorar ese extraño sentimiento que surgía en el cuando no estaba cerca de Pitch, se mantenía inquieto donde estuviera, incluso su mente volaba en los recuerdos de los días que pasaban juntos. Llevaba más de unas tres semanas compartiendo el tiempo con el coco, había aprendido que no era tan malo, y tenía temas interesantes para hablar, al igual que a la hora de jugar o hacer bromas.

El guardian se sonrojo un poco al alzar la vista, esos ojos dorados lo veían atentamente esperando una respuesta, no sabía que hacer o como accionar, recordó la ves en que Jaime se le confesó diciendo que estaba atraído por el, ese mismo día le había preguntado a Norte porque pasaba eso y el viejo solo le dijo que eran los efectos de la adolescencia.

Jack miro al coco con una sonrisa perdida, no tenía idea de cómo sentirse, talvez Picth si, el ya había tenido una familia, y había tenido una relación amorosa dónde incluso habían concebido una hija, iba a ser mala idea preguntar, pero debía centrar su mente. El joven no tenía prejuicios si le gustaba otro guardian, pero el problema recaía en qué era Pitch Black el hombre que una vez los intento asesinar.