Jack estaba parado en frente a muchas estrellas, sus manos sudaban por los nervios debido a que estaba a punto de ser nombrado la nueva luna, junto a Picth quien estaba a su lado con su elegante armadura negra, los dos iban a simbolizar la luz y la oscuridad que representaban ambas caras del astro Lunar, junto a la coronación del nuevo astro de Luz, el joven Sandman, quien estaba listo para ser el sol y dejarle a su madre que descansará después de tanto milenios.
El joven guardian agarró la mano de su pareja que unas noches atrás le había entregado un pequeño anillo después de haberse unido en cuerpo y alma durante más de tres días, ese pequeño arito en su dedo indicaba una promesa, el no sabía que era, pero esperaba poder algún día darle uno a Picth demostrando lo importante que se había convertido en su vida.
Picth quien también estaba un poco nervioso en su mente trataba de recapitular todo lo que había sucedido en ese año y medio que había pasado desde que Jack llegó a su encuentro, recordó esos largos cincuenta años que pasó solo, ahogándose en su propia miseria, su propio rencor y más que todo el odio que se tenía por haber fracasado en su plan de estar por fin con su hija y difunta doncella.
Al sentir la mano temblorosa de su chico este lo miro con una sonrisa, recordó la primera vez que sintió su presencia en la guarida, ese sucio maltrecho lleno de humedad, agua y tierra que había desaparecido para dar paso a un hogar que compartía con el guardian.
El astro oscuro apretó la mano ajena para darle seguridad, esa misma sensación de saciedad que le había dado Jack a la desgracia de Picth, esa que no lo dejaba avanzar, continuar con su vida, su luz le había dado la esperanza de volver a ser quien era, recuperar su mejor imagen, ser la mejor versión de si mismo que podía llegar a ser, y todo eso con el apoyo, el cariño y la perseverancia de Jack.
Ambos miraron al frente, se acercaba un eclipse dónde los nuevos astros que iban a conforman la luna serían coronados, y el sol daría su puesto a su hijo el astro de Luz. Sandman miraba nervioso a Picth, este no se sentía preparado para llevar un poder tan absurdamente grande y vivir así durante milenios, estaba temeroso de meter la mata.
El sol sabía que su hijo se sentía inseguro, estaba solo, en cambio su príncipe oscuro tenía a una persona a su lado con la cual ya se había unido más allá de una simple relación, su querido Yunen pensó que esos días que el joven Jack y el estuvieron juntos nadie los vio, ella de curiosa, escuchó ciertas partes de su encuentro, pero nunca lo diría, se iría con ella hasta apagarse y consumirse en el cosmos.
-¿Estás listo?- pregunto Picth a su pareja que estaba pálido, a pesar de que su piel era tan blanca.
-No, estoy muy nervioso- dijo Jack para poner sus ojos como un cachorro-¿Y si hago algo mal?
-No te preocupes Jack, estoy aquí para ti, para guiarte si te equivocas- contesto Picth ante aquella pregunta con una sonrisa.
Picth no le importo mucho la opinión de los demás, le dió un tierno beso en la frente al joven guardian para darle seguridad, y su sonrisa encanto a más de una estrella que recelosa miraban al joven que había conquistado aquel oscuro príncipe que siempre fue temido.
La luna al ver a su hijo con aquel semblante tan diferente a como lo recordaba no puedo evitar sonreír orgulloso, era un momento donde el dejaría de ser el astro que guiaba a más de una estrella, a los guardianes, y de eso se encargaría Jack, el debía de enfrentar a los demás astros de otras galaxias, de otras constelaciones incluso mucho más grandes que la suya.
Un detalle había en todo aquello, el chico era único ser en todo el universo que podía controlar el inclementes frío del vacío espacio, podría congelar a la estrella más caliente, a la gigante más grande e incluso a los que estuvieran en contra de él, su querido hijo, el astro oscuro había desarrollado el poder de poder reducir las estrellas a cenizas con esa extraña arenisca que había logrado crear y eso les daba el mejor mérito a ambos de ser la nueva luna.
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Fria oscuridad {Jack Frost x Pitch Black}
De TodoHan pasado cincuenta años desde la última vez que Pitch Black fue visto en la tierra por los niños. Los guardianes han vivido en armonía juntos, compartiendo momentos y ayudándose entre sí. El tiempo ha pasado, a Jack Frost le gusta sentir la energí...