Extra

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Wanda dormía plácidamente, de pronto sintió unas caricias en su abdomen, eso la hizo sonreír, su esposo sabía como despertarla. Cada vez que él la acariciaba en las mañanas ella despertaba de buen humor.

-Mmm... Amor, ¿Qué estas haciendo?- Wanda sentía como las caricias iban descendiendo a su zona baja.

-Sabes muy bien lo que intento hacer, últimamente casi no tenemos tiempo para nada- la castaña abrió los ojos y vio esos hermosos orbes de los que estaba perdidamente enamorada.

Wanda se mordió el labio inferior, últimamente su libido había aumentado demasiado, no se podía negar a nada de lo que su soldado quisiera hacer, maldecía a las hormonas por eso.

La castaña se acercó y lo besó.

-Bien, tenemos por lo menos media hora, ya sabes que hoy tenemos que hacer muchas cosas- Wanda se subió sobre el regazo de James, quedando a horcajadas, se inclinó y le comenzó a besar y morder su cuello, llevó ambas manos de James hasta su cabeza y le sujetó las muñecas con una de sus manos.

-Como amo cuando tomas el control- la castaña sonrió por las palabras de su esposo.

-Pues... Yo... Amo... Cuando... Tu... Me... Lo... Das...- Wanda hablaba entre besos.

La castaña llevó sus labios a los del soldado, podían pasar años y ella jamás se cansaría de besar esos apetitosos labios, ambas lenguas se entrelazaron. Era un beso apasionado.

Wanda se enderezó y no apartó los ojos de Bucky, llevó ambas manos al miembro de James, lo acarició lentamente, de arriba a abajo, mientras él soltaba jadeos y arqueaba su espalda, la castaña se relamió los labios, le encantaba cuando su esposo se rendía ante ella.

-Amor... por favor...- James hablaba entre suspiros.

-¿Por favor, qué?, ¿Qué quieres?, debes hablarme claro cielo- uso su tono más inocente.

-Cariño, no juegues conmigo- Wanda sonrió.

-Pero es que amo cuando me suplicas- James gruño, había creado un monstruo.

-Esta bien amor, te necesito, necesito estar dentro de ti, por favor, no seas mala, si- La castaña se inclinó y lo besó.

-Lo que mi esposo desee.

Wanda se levantó un poco y llevó el miembro de su esposo a su húmeda entrada, que siempre estaba lista para recibirlo, se hundió completamente, ambos soltaron un gemido de satisfacción.

Wanda se volvió a inclinar y comenzó con un vaivén lento, amaba torturarlo. La castaña llevó una mano a las muñecas de James, pero éste se soltó y llevó una mano al cuerpo de su mujer, e intentó acariciarla, ella se detuvo y negó con la cabeza.

-No, no puedes tocarme, no me obligues a atarte las manos a la cama- Bucky gruñó de frustración.

-Amor no me hagas esto, sabes que no puedo estar sin tocar tu cuerpo- James llevó la mano sobre su cabeza, la castaña llevó la mano libre a la muñeca de James, para que no se liberara.

-James, el control lo tengo yo, esta vez lo tendré por completo, además, si aguantas juro que haré lo que quieras- Wanda se movió haciendo movimientos circulares.

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