Amigos Con Derecho

Capítulo 29

Los recién casados habían llegado a la recepción, fueron recibidos entre aplausos y abrazos.

Ambos estaban más que felices, por fin empezaba su vida de casados, ahora solo quedaba ir a la luna de miel. Solo tenían que compartir unos momentos más en familia.

Lo primero que hicieron fue abrir el primer baile. James y Wanda felices procedieron a bailar su primera vez como esposos.

James puso su mano derecha en la cintura de la castaña, apegándola lo más posible a él, y con la otra tomó la mano derecha de Wanda, ella la mano que tenía libre la llevó hasta su hombro.

Ambos no podían mas de tanto sonreír, se sumergieron en una burbuja, todo había desaparecido a su alrededor.

-No sabes cuanto te extrañé anoche, no pude dormir bien, te necesité demasiado, nunca volveré a dejar que te aparten de mi lado, y anoche fue la ultima vez que permitiré eso- Wanda sonrió, y se relamió los labios, cosa que afecto al ojiazul.

-Me pasó lo mismo, y tampoco te dejaré libre soldado, ahora si eres mío, firmaste tu sentencia- James sonrió de lado.

-Siempre he sido tuyo, desde el primer momento en que estuvimos juntos, desde esa primera vez no pude ver a nadie mas- Wanda sonrió, debía admitir que eso le encantaba.

-No sabes cuanto te amo, lo que dije en los votos no alcanza a dimensionar la manera de describir lo que siento por ti- Wanda puso su cabeza en el hombro de James.

-Pues, me lo demuestras con tus caricias, con tus besos, con tus miradas, el amor que nos tenemos es imposible describirlo con palabras, pero si con la acciones, debo decir que soy el hombre mas afortunado de tenerte. Como te dije un día, que te protegería, y lo voy a hacer como sea, tú eres la persona más importante en mi vida, incluso lo eras cuando solo éramos amigos, eso nunca cambiará- Wanda levantó su cabeza y lo miró a los ojos.

-Tu siempre dices que eres afortunado, pero debo decir que yo también lo soy, llenas mi vida de una forma única, eres mi complemento, mi otra mitad, me siento feliz de saber que todos los días serás la primera persona a la que veré al levantarme, y a la ultima que veré en las noches al acostarme- James acerco sus labios a los de su esposa y la besó de forma lenta, sin prisas.

Un carraspeo los sacó de su burbuja, ambos se separaron y vieron a las personas que los habían interrumpido.

-Creo que me gustaría tener el honor de bailar con mi pequeña- Clint le sonrió a Wanda.

-Si, claro- James le entregó a su esposa al arquero, mientras Laura le sonreía a él -Me permite un baile- el soldado le tendió su mano, ella la aceptó con una sonrisa cálida.

Ambos comenzaron a bailar.

-Vaya, me alegra que sean felices, siempre pensé que eran el uno para el otro, solo con notar sus miradas se podía notar el amor que había entre ustedes- James sonrió, jamás creyó ser tan obvio en sus sentimientos.

-Pues, yo creí que nadie lo notaría, pero no podía hacer nada, esa mujer me capturó desde el primer roce que tuvimos- James suspiró -Nunca creí posible que pudiéramos darnos una oportunidad, pero me alegro haber tenido la valentía de decirle lo que sentía por ella.

-Ustedes se merecen ser felices, sé un poco por lo que tuvieron que pasar ambos, creo que después de tantas cosas que fueron sus vidas antes, ahora se merecen toda la felicidad, la posibilidad de tener una familia. Verás que cuando lleguen sus hijos, será una felicidad aun mayor, sé que la harás muy feliz- Laura lo abrazó -Tal vez soy muy menor para ti, pero si alguna vez necesitas ayuda, sabes que puedes contar conmigo, Wanda es muy especial para mi, para Clint también, es parte de mi familia, y ahora que ustedes están juntos, tú también pasas a ser parte de mi familia.