Ilusión - Casey × Donnie

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— Desde el inicio, okay. Tu tienes una piedra de ocultación, que te sacaste de entre las nalgas o algo así, estabas tan aburrido que te tomaste el tiempo de falsificar tantos documentos como para entrar a la universidad, ¿solo porque estás aburrido? — Asintió. — Y ahora resulta que Casey tiene un crush en tu ardiente versión humana. — La sangré calentó sus mejillas, lo cual fue evidente para su compañera. — Y tu también, a ustedes les encanta complicarse la vida.

— ¡A ti te gusta la mamá de Casey!

— Tu me tienes ganas a su hijo, ¿hmm? — Donatello bajó la mirada, no le tenía ganas... sinceramente, le gustaba Casey, poco a poco durante los años que estuvo junto con ellos se comenzaron a acercar inconcientemente, ahora podía reconocer que los latidos acelerados y esas sensaciones tan incómodamente lindas eran algo más que solo una amistad. — Bien, tenemos que decirle que se enamoró de una tortuga de metro con sesenta que hablar y tiene un estilo increíble, en serio, deberías sacar esto más del clóset. — Señaló algunas prendas que lo había visto usar con la piedra de ocultación.

— Me quedan genial, lo sé. Pero eo punto es que no quiero que Casey... se alejé, April, le daría asco, imagínate enamorarte de una tortuga mutante ninja adolescente. — Donnie era bastante confiado, sabía que no era feo, pero comparado a un humano... su piel, su cuerpo, todo era demasiado diferente como para gustarle a alguien. — Si se enterase que soy yo moriría de asco.

April frunció el ceño, no daba crédito a lo que escuchaba, Donnie, su mejor amigo, casi hermano, un científico, genio que desborda estilo observando el suelo con una notoria mirada de tristeza, era consciente de que su amigo tenía muchísimas inseguridades, siempre se había creído débil, o que solo dependía de su tecnología, verlo tomar confianza con los poderes místicos fue una de las cosas más increíbles que pudo presenciar, incluso el la había ayudado en todo lo que le era posible.

Y no iba a permitir que su preciado amigo llorará por algo que no siquiera había pasado.

— Pues escucha rey, tu eres mucho y más de lo que merece cualquier baboso, así que no te andes diciendo esas mamadas y dile que el chico que le gusta eras tú, y lo fuiste todo ese tiempo, que esas caderas mienten, y le mintieron a el, Shakira, Shakira. — Logró sacarle una sonrisa a Donnie, la cual se apagó cuando comenzó a sobrepensar todo.

— Lo haré, pero... ¿podemos esperar un poco? ya sabes, siento algo de vergüenza aún, lo haré cuando sea el momento correcto. — La chica asintió y antes de salir le guiñó un ojo.

— Por cierto, no sabes lo cursi que se pone cuando habla de tus "ojitos bicolor"