Ilusión - Casey × Donnie

010

Era demasiado raro ver a su hermano demostrar sus emociones de una forma tan notoria como lo estaba haciendo ahora, pero verlo hablar de sus sentimientos ya era algo que nunca se imaginó.

— ¡Es que lo estoy engañando, no le he mostrado como soy en realidad, y-! — Ahora apreciaba a su hermano mayor habiendo terminado una caja de helado sin sabor sufriendo por un desconocido, bueno, parecía sufrir más por el mismo. — No se hasta donde lleguemos con esta mentira, ni siquiera me conoce. — Tiro el bote de helado vacío, ya no quedaba más y realmente necesitaba algo de tranquilidad. — Voy a descansar.

Mikey seguía en shock, y no solo por el echo de que su hermano tuviera una vida amorosa más interesante que la de sus otros hermanos, si no también por la faceta que acababa de presenciar, tal vez debía llamar a April, si, eso haría.

— Hola Mik-

— Voy a tu casa, necesitamos hablar sobre Donnie. — la morena le dio una afirmación, miró el reloj pacientemente, para después escuchar la puerta siendo abierta agresivamente.

— ¡¿Que está pasando con mi hermano, por qué tiene pareja o algo así, y por qué está tan deprimido!? — Parecía un remolino de caos, llegando a lo que era un tranquilo día para April.

— ¿Que, como que "pareja, o algo así"? — "¿Tan bien le había ido con Casey?" — Osea que las cosas salieron demasiado bien...

— ¿Bien? ¡Habló sobre sus inseguridades, eso no está bien! — La chica se quedó pensando un rato, y frunció el ceño, a lo que entendía, todo seguía igual, Casey estaba creyendo aún que salía con un humano común y corriente desconocido con un estilo increíble. Tomó su teléfono y marco al morado.

— Buenas tardes, estás hablando con D-

— ¿¡Que crees que estás haciendo pedazo de animal mutado?! ¡Te quiero ver aquí ahora mismo, o si no voy a traerte a rastras! — Estaba apretando el teléfono, lo suficiente como para que pareciera que estaba a punto de matar a alguien.

— Llévame, tengo demasiada flojera.

— Bien entonces t- ¿Espera qué?

— No tengo ánimos de ver a nadie, estoy bien así, además tu casa queda muy lejos, y realmente no gano nada con eso.

— Bien, entonces vamos para allá, digo ¡No! tu tienes que venir acá, dije que te iba a traer a rastras si no lo hacías, necesitamos hablar contigo.

— No quiero ni levantarme, tengo la agenda de todo el día para dedicarme a lamentarme desde hace veinte minutos hasta las once con cincuenta y nueve minutos. — La llamada se cortó.

— Creo que vamos a tener que ir para allá. — puso su mano en su cara con molestia, la cual bajo como si se estuviera derritiendo.

— ¡Ahora sí, vas a decirme porque no le dijiste a Casey la verdad! — Entró de una patada con el menor de los hermanos detrás suyo, había entendido un poco lo que estaba pasando con una explicación algo vaga que le dio su amiga en el trayecto.

— ¿¡Cómo que tienes novio, y yo no lo sabía?! — Exclamó el naranja, recibiendo el golpe de una sandalia. — ¡Ay, por favor, es un temón!

— ¿Y eso que me importa? ¡tal vez hubiera dicho algo si algunos no estuvieran metidos en donde no les incumbe!— Levantó su voz con una enorme molestia.

— ¿No nos incumbe? ¡Era la cita de Casey, no sabíamos que tú eras el otro! — Tenía un punto, y uno muy grande. — Tienes que decirle, o si no lo vamos a hacer nosotros. 

— ¡Si, lo voy a hacer dejen de molestarme con eso! — El mutante se cubrió con las sabanas y sintió como algo oprimía su pecho, siendo honesto aún le atormentaba el hecho de que sus sentimientos se interponían en su razón, seguro que si su yo de hace un año se viera seguro no le burlaría de el, o pensaría que es una broma de mal gusto. Suspiró profundo, y cuando estaba apunto de soltar un grito para pedirles que se fueran, un sonido de alarma lo alertó. — Es un treint- Aish, ni le saben, ¡que están asaltando una tiendita veinticuatro horas!

Ambos chicos salieron corriendo, se sentó en la cama. 

— ¡Esperen! hay gente ahí, no pueden vernos, no así... — Suspiró pesado, yendo a buscar su collar y algo de ropa. — Mikey, tú escondete, yo y April entramos. — Termino de colocarse la gargantilla y los tres salieron de la alcantarilla, que por alguna razón estaba sola. 

Fueron brincando entre edificios, el menor habia incistido en llamar al gemelo de ojeras rojas, pero eso implicaba que Donnie fuera expuesto antre otra persona, Leonardo, además era tremendo chismoso, según el morado.