023 (lemon)

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Sentado con las piernas abiertas, el morado miraba a su compañero

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Sentado con las piernas abiertas, el morado miraba a su compañero. Curioso, no tenía la necesidad de quitarse nada, después de todo no usaba ropa.

— ¿Qué pasa, Jones? ¿tímido? — acarició su cabellera, algo aspera pero para nada mal cuidada, brillaba hermosamente contra la luz que proporcionaban las pantallas color morado a su espalda, un color que les daba un ambiente especial.

Ambas bocas se juntaron en un beso desesperado, Donnie se abrazaba por los hombros del contrario, empujándolo hacia el para profundizar aquel beso indecente, por su parte, Casey tenía sus manos apoyadas en la mesa, se sentía algo avergonzado de lo que estaba haciendo, pero en lo absoluto podía quejarse. — M-Mghm. — gimió al sentir los dientes ajenos enterrando se en su labio, podía sentir el sabor metálico llenando su boca, junto con la lengua ajena que no tenía pena alguna, ¿quién diría que tenía en frente al chico que necesitaba agendar el día adecuado para hacerlo?

Aún así no podía perder tan fácil, la dominante mirada ajena lo hizo seguir el ritmo de la danza de sus bocas, podía sentir un hilo de saliva recorrer por su barbilla. No pasaron muchos segundos para que se separaran.

— ¿Que pasa, la tortuga te mordió la lengua? — la lengua de Donatello estaba siendo ligeramente sacada, sus ojos entre cerrados con algunas lágrimas lo hacían sentir un cosquilleo extraño por su cuerpo, su pecho subía y bajaba en señal de lo complicado que le era respirar.

Sus manos se dirigieron al pecho ajeno, dando pequeñas caricias, tenía curiosidad sobre como se sentiría tocarlo desde hace tiempo, siempre se veía tan sobresaliente, era algo duro pero aún así podía darle un ligero apretón. — Pensé que sería más suave. — suspiró al sentir como los dedos del contrario se enterraban en su nuca.

— Soy suave, Casey, pero no me gustaría que lo seas. — Se quedó mirándolo un rato, pensando en su siguiente jugada se acercó a su cuello para sentir una ligera mordida. — J-Justo así. — Apretó sus manos, una en la camisa ajena, y la otra en su cabello, ambos no pudieron evitar gemir.

El humano poco a poco iba perdiendo la vergüenza, dejándose llevar por el sabor de la piel contraria, su hombro derecho pronto estaría lleno de marcas su no fuera por su protector, aún dudaba en quitárselo. — Donnie, esto... ¿podemos hacerlo sin el? creo que sería más fácil.

— No soy fan de mi caparazón Casey, es blando... ya lo has visto. — Los ojitos de perrito de su acompañante lo hicieron suspirar pesadamente. — Está bien, ¡solo se delicado con el! — Retiró el metal, cayó al suelo haciendo un estruendo fuerte, ¿cómo podía llevarlo como si nada? se pregunto, seguro por eso le había pensado tanto. — ¿estás contento? — Su hombro fue atacado nuevamente, un rojo que contestaba con el verde, eran colores casi opuestos que de alguna forma combinaban bien.

— Mucho. — La faceta dominante del chico lo hacía sentirse pequeño por primera vez en mucho tiempo, aquellos labios recorrieron su torso por completo, arrancándole sensaciones que no imaginaba sentir así, no supo cuando ya estaba próximo a su entrepierna. — no sabía que tenías cola.

Ilusión - Casey × DonnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora