Capitulo 29

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Camila fue abriendo poco a poco sus ojos, sintiendo un dolor punzante y la luz que la cegaba, miro a su lado para saber quien era esa persona que sostenía su mano y para su gran sorpresa, la vio, Diana, su media hermana estaba ahí observándola con notable preocupación en su rostro. 

-¿Que haces?, no puedes estar aquí - le dijo de mala gana, aparatando su mano de la de ella. 

-Eres mi hermana y necesitas alguien que este aquí contigo, yo tengo el poder y quiero hacerlo, no me importa nada - le dijo. 

-No necesito a nadie, a parte pueden darse cuenta, tienes mi apellido y estas aquí, van a descubrir que eres mi hermana - se quejo con molestia. 

-¡Me importa una  mierda! - respondió con rabia, haciendo que Camila girara el rostro para mirarla directamente a los ojos-. Por tus venas corre mi sangre, por las mías las tuya, desde el momento en que entraste a la cárcel jure que no te dejaría sola, jure que haría todo porque estuvieras bien, no estas sola Camila, me tienes a mi, soy tu familia ahora. 

Esta vez la chica tomo fuertemente la mano de su hermana, evitando así que, esta volviera a zafarse. 

-¿Por que lo hiciste? - le pregunto casi en un susurro. 

-Ya no tengo nada por lo que vivir - respondió, con su mirada perdida. 

-No digas eso, mientras estés respirando hay esperanza, esperanza de salir de aquí, de ver a tu hermana y tu madre - le trato de animar. 

-¿Esperanza de salir? - le preguntó con incredulidad-, yo estoy pagando hasta por los crímenes de nuestro padre, nunca podre salir de aquí.

-Por favor Camila, no vuelvas a hacerlo, te lo suplico, no sabes el dolor que vas a causarle a los que te quieren, piensa en tu madre y en Sofia. 

-Lo van a superar con el tiempo, ya se acostumbraron a estar sin mi -sentenció.

Diana bajo la mirada con tristeza, ya no sabia que mas decirle aquella chica que la vida golpeaba tan fuertemente, Camila había perdido la esperanza, su única ilusión de vida eran Lauren y Diego y ahora que no los tenia, sentía que no había nada mas que hacer en ese mundo.

Los días pasaron como era de esperarse, lentos y dolorosos tanto para Camila como para Lauren, esta ultima sintiendo ya la necesidad de llevar a cabo el plan para recuperar a su amada, pero debía entrenarse fuertemente como Shawn lo indicaba, aquello no era un simple juego, era una jugada en la que estaban en plato fuerte sus vidas, había un alto porcentaje de que no salieran con vida, pero eso no le importaba, sin Camila ella no quería vivir. 

 -¡Camila no esta y yo soy su esposa, por ende mando aquí! -exclamó Lauren, pegando fuertemente en la mesa. 

-Si, esta bien patrona - le dio la razón Shawn, aguantando una risita burlona-. Lauren debes entender que esto no es un juego, no podemos tomarnos a la ligera lo que vamos a hacer, necesitamos mas armas y estamos reuniendo mas hombres, la cárcel en donde esta Camila no es fácil de penetrar,  por favor, ten paciencia - le suplico. 

-Shawn tiene razón Lo, para que esto salga bien debemos prepararnos bien, Camila siempre cuando iba a dar un ataque, repasaba el plan una y mil veces día y noche, tu debes hacer lo mismo ahora que eres la jefa - le dijo Normani, mirándola con una sonrisa. 

La chica Jauregui suspiro, aceptando lo que aquellos chicos que, tenían mas experiencia que ella en ese campo, le decían; y es que ya no podía con las ganas de verla, de abrazarla y besarla, desde que supo que había una esperanza, no pudo volver a conciliar el sueño, no dejaba de pensarla y de sentir desesperación. 

-¿Que tal el libro? - le pregunto alguien, llegando a su lado. 

-Me ha impresionado bastante, hacia mucho que no me enganchaba con uno - le respondió, mirándola con una sonrisa.

Sindrome De Estocolmo (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora