Capítulo 6

99 14 0
                                    

Allison.

No he pegado ojo en toda la noche. No me puedo creer que me haya dejado llevar tan fácilmente por esos ojos azules.
Son las siete de la mañana. Ahora es cuando empiezo a tener sueño. Me duermo, total de vacaciones no hay horarios para leventarse.
Me despierto sintiendo un peso. Me doy la vuelta y: ¡Alan!
Está dormido, rodeándome con un brazo y con su rostro a dos centímetros del mío.
Todavía quiero seguir en cama, pero no con él. Tampoco quiero despertarlo, se le ve tan tranquilo durmiendo... No me puedo creer qur en un día ya haya caído bajo los encantos de este chico. Soy un desastre.

Alan se mueve un poco y, si ya estábamos cerca, ahora más. Su boca está a escasos milímetros y un pequeño movimiento haría que se juntasen. Cierro los ojos, pues todavía estoy cansada, y me olvido de que estoy con él.

Ese estado no dura mucho porque, sin casi percatarme, sus labios se han pegado a los míos. Abro los ojos y veo su mirada. Esa misma por la que pierdo el control de mi misma.

Cuando se dá cuenta de que estoy despierta (en realidad llevo despierta un rato, pero él parece no haberse dado cuenta) hace el beso más intenso. Se sube encima de mí y yo no puedo moverme. Me besa efusivamente y me tiene completamente acorralada. Está encima de mí, lo que hace que no me pueda levantar; una mano me agarra las muñecas, por lo tanto no puedo mover los brazos y, para colmo, con la mano que le queda libre me acaricia la cintura con mucha delicadeza, vamos, que me quita todas las fuerzas.

No creo que esto acabe bien. Me empieza a besar el cuello. Se saca la camiseta (ahora que está tan cerca sí, está buenísimo) y sigue besandome el cuello. Va a quitarme la camiseta cuando llaman a la puerta. ¡Es Keith!

Mierda, Alan. ¿Qué hago?

Podrías decirle que estás a punto de acostarte conmigo y que se largue.

Tus ideas no ayudan.

Pues me escondo en el baño.

Vale. Pero rápido.

Sí, sí. Pero luego vienes que tengo que acabar contigo.

Se mete en el baño (que absurdo es todo esto) y yo abro la puerta.

Buenos días. Me parece que te acabas de despertar.

Sí. ¿Tengo muy mal aspecto?

No, estás bien. En un rato baja a desayunar, ¿vale?

Está bien.

Se va y yo abro la puerta del baño para que salga Alan.

Lárgate ya.

¿Y si no quiero?

En serio, vete.

¿Te vas a duchar?

Eso no es asunto tuyo.

Entonces sí. ¿Quieres qué me duche yo contigo? Aunque te aviso que no solo haríamos eso.

Alan, déjame en paz.

Y se marcha sin decir nada. No sé cuanto tiempo más voy a aguantar

Termino de ducharme y me pongo un pantalón corto blanco con una blusa azul. Me pongo una sandalias y bajo al comedor.

Al desayunar no puedo ni mirar a Alan. Me siento fatal. No me creo que me guste este chico que no sabe lo que es amar de verdad. No lo puedo soportar.

Acabamos y Keith propone que vayamos todos a una ciudad que hay ahí cerca. Yo le dije que sí, pero Alan dijo que tenía que estudiar y luego tenía que ir a la universidad para mirar la nota de un examen.

Whisper (Susurro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora