Capítulo 17

59 12 1
                                    

Allison.

Seguimos caminando hasta llegar a un Starbucks. Ahora que lo pienso no he tomado mi café matutino. Nos sentamos tras pedir nuestros cafés. Sé que no le puedo ocultar las cosas a Keith. Me conoce bien y sabe que estoy rara.

Ya no aguanto más y se lo digo todo. Lo que pasó en la casa, al llegar de vuelta a la ciudad, lo que pasó en casa de Bella...
Al principio no responde. Entiendo que sea difícil de asimilar. Sigo esperando preocupada a su respuesta y se echa a reír. Me acaba contagiando la risa y estamos así un buen rato. Paramos y se pone serio de golpe.

A ver, Ally. Yo te quiero y quiero que seas feliz. Pero Alan esconde más cosas de las que debería.

¿A qué te refieres?

Esobes mejor que te lo diga él. Anda vamos a casa. Te dejo mi móvil y le pasas un mensaje a Alan de que hemos vuelto.

Salimos y pasamos por casa de Bella para coger mis cosas. Subimos al coche y nos dirigimos a esa casa de vacaciones a la que no tenía pensado volver hasta que resolviera mis dudas. Le paso un mensaje a Bella y otro a Eli para que sepan dónde estoy.

Al llegar decido llevar mis cosas a otea habitación distinta. Esta vez elijo la que está en el tercer piso, al fondo a la izquierda.

Después de ordenarlo todo, cojo las cosas para ir a la playa y me voy. No me vendría mal descansar un rato al sol.

Llego y me quito el vestido playero blanco que traía puesto y me quedo con mi bikini verde agua. Me tumbo y empiezo a sentirme observada. Me levanto bruscamente y veo a la mayoría de las chicas de la playa mirándome. No sé definir bien la expresión de sus rostros, pero me decantaría por celos y odio.

Intento ignorarlas pero, al poco tiempo, se me acercan dos rubias teñidas (se les nota muchísimo).

¿Tú eres la que está viviendo con Alan Moore?

Sí. ¿Algún problema con eso?

Pues mira, sí. No intentes nas con Alan porque uno: no se va a fijar nunca en ti; y dos: Alan es nuestro y una chiquilla como tú no nos lo va a quitar, ¿entendido?

No las soporto. Se creen superiores y no lo son. Antes de que pueda contestarles de la forma más borde que puedo, llega Alan un tanto alterado (que raro).

¡Allison!

Hola Alan.

¿Por qué te marchaste? ¿No era que te querías ir de la casa?

Sí. En aquel momento. Pero me apetecía volver y olvidarme de los problemas.

Bueno pues, ¿nos vamos a casa?

Sí claro. Vamos.

Me fijo en que las rubias de bote me miran peor que antes (que ya es difícil). Alan se dá cuenta y si las miradas matasen, estas rubitas estarían muertas.

Allison, ¿estás putas te estaban molestando?

A las rubias se les cambia la cara de golpe.

No importa, Alan. Anda vamos.

Vale, ahora te ayudo a recogerlo todo.

Acabanos de coger todas las cosas y nos largamos. Miro por última vez a las rubias, que me levantan el dedo corazón. Alan se gira y se lo saca a ellas en mi defensa.

Llegamos a la casa y Alan lleva mis cosas a la habitación en la que estaba antes.

Espera. He cambiado de habitación.

¿Por? ¿No quieres estar cerca de mí?

No es eso. Es que quiero tener más espacio y la otra habitación es más grande.

¿Y puedo mufarme a tu habitación?

De momento no.

¿Y esta noche?

No. Otro día, quizás. Hoy ya lo estropeaste todo.

¿Qué te hice?

Te largaste después de decirme esas cosas tan bonitas y me dejaste compleramente sola.

Lo siento. Perdóname.

Claro que te perdono, tonto. Y le doy un abrazo.

¿Eso significa que estamos juntos?

No lo sé.

Pues te dejo pensarlo mientras voy a casa de un amigo a por unos apuntes.

Vale. ¿Y si te digo que no?

Pues el corazón se me parará y no quedará nada de mí. Dice con mucho dramatismo.

Ay pobrecito... Que pena me das.

Adios mala persona.

Adios chico sensible.

Es la primera vez que tengo una conversación tan rara con una persona. No tengo claro si quiero salir con él. Le responderé cuando vuelva, después de preguntarle que esconde.

Pasan las horas y yo sigo esperando a que vuelva. Estoy con mi pijama puesto en el sofá. Es una camiseta de tiras y un pantalon cortito a juego.

Al fin escucho como se abre la puerta. Alan entra y me saluda. Yo voy a preparar la cena y Alan se sienta un rato en el sofá.

¿Cómo tardaste tanto?

Mi amigo no estaba en su casa y tuve que ir a buscarlo a casa de su novia.

Aaahhh... Vale

Te lo digo en serio. Sé que no tienes por que creerme pero te digo la verdad.

Por el tono de su voz me doy cuenta de que dice la verdad. Nos sentamos a cenar y me explica que Keith no va a volver en una semana porque tiene unas cosas que hacer.

No tengo ganas de nada así que después de lavar los platos me voy a dormir a mi habitación. Estoy a punto de quedarme dormida, cuando noto que alguien se mete en mi cama y me abraza por detrás, pegándome a su cuerpo.

Alan, ¿qué haces?

Quiero dormir contigo.

Pero yo no te he dado permiso.

Entonces siento como me tumba y se sube encima de mí. Me con una mano coloca las mías sobre mi cabeza y con la otra me acaricia el vientre despacio y con suavidad.

¿Qué haces?

No lo ves. Quiero que seas completamente mía y de nadie más.
Entonces me suelto y lo empujo.

¿Por qué me tiras?

Te estás pasando.

Lo siento mucho. No pude aguantarme. Perdón.
Y volvemos a la posición en la que estábamos antes, tarnquilos como si nada hubiera pasado.

Buenas. Me ha costado un poco subir este capítulo pero ya está. Me encantaría que siguierais la historia y votaseis y comentaseis. Gracias por leer la historia. Besos

Whisper (Susurro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora