Whisper (Susurro)

Capítulo 46

Alan

No me gusta la idea de que esa familia venga a cenar aquí. ¿Qué se les pierde? Si son amigos de mi padre que vayan con él, que no vengan aquí a molestar y a joderme las vacaciones.

Escucho el ruido del timbre y voy a abrir la puerta con la sonrisa más falsa que he puesto en mucho tiempo. Abro y me encuentro a un señor de unos 50 años más o menos, una mujer de su misma edad y a una chica de mis mismos años.
Los conozco muy bien. Siempre venían a pasar las vacaciones de Navidad con nosotros. El padre de esta familia no me cae especialmente mal, siempre ha sido muy amable conmigo. En cambio las dos mujeres son odiosas. Para la madre siempre tiene que ser todo perfecto y la hija es una caprichosa.

Nos vamos a sentar a la mesa y comenzamos a hablar de nuestras vidas ya que hace algunos años que no nos vemos.

Todo va perfecto, bueno, todo lo perfecto que puede ir tratándose de estas personas.

Aunque creo que he hablado muy pronto. De repente llaman al Señor Bryant, haciendo que se tenga que levantar para contestar la llamada.
No me hace gracia quedarme solo con estas dos víboras.

-Alan, querido. -comienza a hablar la Señora Bryant. Ya sabía yo que estas dos no venían solo para mantener una conversación normal.

-Dígame. -digo intentando sonar lo más amable posible.

-¿No te gustaría mantener una bonita relación con nuestra hermosa hija? -¿Qué acaba de decir? ¿Yo? ¿Con su hija? No me hagas reír.

-Lo siento Señora per- me cortan de golpe en mitad de la frase. Miro cabreado a la estúpida niña que tengo a mi lado.

-A mí me parece una gran idea. -dice muy alegre. Tiene suerte de que sea una persona correcta, sino ya le habría partido los dientes por gilipollas.
Justo en ese momento entra el único normal en esa familia, pero la vieja esa ya se vuelve a meter.

-Cariño, estoy bastante cansada. ¿Qué tal si nos marchamos? -Sí por favor. Iros todos de aquí y dejadme irme a dormir con mi novia.

-Tienes razón, será mejor irnos. Además mañana tengo una reunión a primera hora en el trabajo. Vamos Claudia.

-No cariño, deja a la niña quedarse. Ellos todavía son jóvenes y tienen más aguante. -Pero será zorra. Yo no quiero quedarme ni un segundo más con tu estúpida hija.

-Eso, por favor papi. -Otra. Igualita a su madre.

-Bueno, Alan si tienes algo importante que hacer me la llevo. -Gracias. Jamás había sido tan feliz de escuchar a una persona cuerda hablar.

-Bueno la verdad es que- y me vuelven a cortar. ¿Es qué no acabaré una frase en toda la noche?

-Papá, estuvimos hablando con él y dijo que no había problema. ¿Perdona? ¿En qué momento dije eso? Porque creo que se equivocaron de persona.

-Venga cariño, no le des más vueltas. Vámonos a casa. -Y...la vieja esa se llevó mi única forma de sobrevivir a esta noche.

-Vamos Alan, no te enfades. Toma un poco y diviértete. -Falsa, falsa, falsa. No la soporto. Y sí, será mejor que beba algo para poder aguantar toda la noche con esta estúpida niñata.

Me sirvo un poco del vino que acaba de poner en la mesa y lo bebo. Tiene un sabor algo extraño, pero no está mal. Al poco tiempo me empiezo a sentir algo fuera de mí.

Allison

Por alguna extraña razón no doy dormido. Así que, como consecuencia del aburrimiento, me entra el hambre. Bajo a la cocina y compruebo que la cena ha terminado. Alan debía sentirse cansado y se fue a dormir.

Vuelvo a mi cuarto después de haberme comido un pequeño sandwich. Por el camino decido pasarme por la habitación de Alan para verle dormir. Siempre se ve tan tranquilo y adorable.

Nada más entrar me doy cuenta de que ha sido un error. ¿De verdad? ¿Una chica durmiendo a su lado? ¿Y ambos desnudos?
Ya era lo que me faltaba.

Cierro la puerta con cuidado de no despertarlos y me vuelvo a mi habitación. Mañana me gustaría comprobar como va a reaccionar Alan conmigo.
Por supuesto, esto no se quedará así.

Y con lágrimas en los ojos, decido irme a dormir de una vez por todas.

A la mañana siguiente me levanto con actitud de diva. Pienso ser fuerte y aguantar todo el día sin quejas, sin gritos y sin insultos.

Bajo a la cocina ya completamente arreglada y recojo las cosas que habían quedado. Encuentro una botella casi sin empezar, así que la dejo a un lado.

De pronto, baja la chica de ayer y creo que me quedé mirándola con tanto asco que hasta se dio cuenta de quien soy.

-Oh, tú debes de ser "Al". Al parecer tu novio te quiere mucho. Cuando me levanté de la cama no quería que me fuera, pero decía tu nombre. Raro, ¿verdad? -Ya me cae mal. Bueno, peor aún.

-Sí rarísimo. Jajajaja. -se da la vuelta y ya estando más lejos no me puedo aguantar. -Zorra.

Justo después llega Keith y empieza a preparar el desayuno mientras yo termino de recoger.

En esto, baja Alan completamente depeinado y muy pálido.

-¿Qué te pasa Alan?

-Me duele muchísimo la cabeza. Por cierto, buenos días. -Viene y me da un beso. Intento no poner cara de asco al pensar que esa boca estuvo besando a la puta de antes.

-Buenos días.

-¿Te pasa algo Al? Te noto rara.

-Que va, estoy perfectamente. Debe ser el dolor de cabeza. Vete a descansar anda. -y así logro hacer que se marche de aquí. No puedo creer que alguien sea tan falso.

-¿Qué te pasa Alli? -me pregunta Keith entrando en el comedor.
Le digo que se siente y le empiezo a contar todo lo ocurrido, generando en él un notable enfado.
Ya veré lo que hago para joder un rato a mi querido y amado Alan.